Con los trajes impolutos, solemnes los rostros y frescas las miradas, como los ramos que iban llegando uno a uno desde las nueve de la mañana a la balconada de San Miguel, las cuadrillas de neskas y blusas han cumplido este lunes con la tradición del día Grande de las fiestas de la Virgen Blanca, la de honrar a la patrona de Gasteiz ante su hornacina.
Tras una noche de comedido disfrute, el pistoletazo a la fiesta para las cuadrillas son las dianas del día 5. A partir de ese momento se abre la veda para el disfrute, pero antes de dejarse llevar está el paso obligado por San Miguel, la foto de familia en las escaleras, el aurresku. Una vez las personas elegidas por cada cuadrilla se suben a las escaleras y depositan las flores ante la Virgen, es cuando empiezan las fiestas para las neskas y blusas de Gasteiz.
Fresca temperatura
Todavía con una fresca temperatura, pero ya con mucha gente en la calle, los que venían del Rosario de la Aurora, los que iban a acostarse y los que se acababan de levantar; blusas y neskas empezaron a colocar los ramos que unas horas después cubrirían totalmente la verja de la iglesia de San Miguel, y que hasta el día 10 permanecerán como testimonio de que este es el epicentro de la fiesta en Gasteiz.
Poco a poco los miembros de las cuadrillas iban llegando al centro, muchos de ellos en bicicletas que iban acumulándose en los aparcamientos de General Loma, y se dirigían a las dianas de la Plaza Nueva. Era este un punto de reencuentro, de besos y abrazos, una semana después del Día de Santiago, o un año después de las últimas fiestas.
Jóvenes blusas custodiaban los ramos mientras los músicos de las txarangas apuraban un café antes de entregarse a cinco días de duro trabajo.
Desde 1942
Emilio y Obdulia suman un año más a su historial con Los Bainas. Ella empezó hace más de veinte años y él lleva vistiendo la blusa “toda la vida”. “Nací en el 42 pero ya desde el 52 debajo de mi casa estaba La Flor de La Rioja –mítico y desaparecido establecimiento del Cantón de Santa María– y ya desde entonces, aunque no vestía de blusa, salía con ellos”. Ahora se disponen a disfrutar de cinco jornadas de celebración casi ininterrumpida. “Para nosotros todos los días son especiales, salimos todos los días”, subraya Emilio, a quien acaba de saludar con cariño Fede Reguero, presidente de la cuadrilla y encargado esta mañana de imponer un poco de orden y meter prisa al personal.
“Nací en el 42 pero ya desde el 52 debajo de mi casa estaba La Flor de La Rioja –mítico y desaparecido establecimiento del Cantón de Santa María– y ya desde entonces, aunque no vestía de blusa, salía con ellos"
Horarios estrictos
“Hay que ser muy recto con la ofrenda este año, y vamos a cumplir”. Los Bainas presentan su ofrenda los sextos, a las 10.00, pero “hay que hacer la foto antes, así que iremos a las 9.45”, explica Fede, quien asegura que el “boom” de las cuadrillas se ha dejado notar entre Los Bainas en los últimos años. “Somos entre 390 y 400, y hemos parado porque más de 400 es inmanejable, teníamos a 120 personas en lista de en espera”. En todo caso, afirma, “se agradece que entre sangre nueva”.
“Somos entre 390 y 400, y hemos parado porque más de 400 es inmanejable, teníamos a 120 personas en lista de en espera”
Estalla el cohete, suena la música. Las primeras dianas de las fiestas anuncian el arranque del día grande La Blanca, algunos blusas se zampan una palmera a todo correr para llegar a tiempo a la ofrenda y a la vera del monumento a la Batalla de Vitoria, Jokin, de Basatiak, reparte las pulseras que dan derecho a neskas y blusas a comer y beber en este 5 de agosto. “Fui yo a recogerlas porque la gente tiene compromisos, y ahora que estoy con los amigos aprovecho para repartirlas”, señala Jokin, que siempre pilla el día de La Blanca “con mogollón de ilusión. Se madruga, pero es muy bonito, a mi me gusta mucho”. El 4 él y sus amigos fueron “menos formales de lo que deberíamos, pero en líneas generales –subraya– nos cuidamos para estar frescos y disfrutar a tope de este día”.
¿Y los demás? “Ya veremos, por ahora me conformo con aguantar hoy y luego, como dicen los entrenadores de fútbol, partido a partido”.
“En la cuadrilla se han formado parejas, hay niños pequeños... Es una gozada”
Jokin lleva veinte años en la cuadrilla, “desde los 18 añitos”, y en este tiempo ha visto cómo ha ido creciendo. “Se han formado parejas, hay niños pequeños, es una gozada; y además llevamos muchos años haciendo Basatilandia para los txikis, el día 9 hacemos un concurso solidario de patatas con chorizo para el Banco de Alimentos, y hoy vamos al hospital a visitar a los enfermos”, concluye.
Arriba, en la balconada de San Miguel, las cuadrillas empiezan a depositar sus ramos. Así son los tiempos ahora, se suben a la escalera ponen el ramo y sacan una foto para el perfil de la cuadrilla, mientras en el interior de la iglesia los devotos entran a rezar a la virgen en su día.
Pañuelos palestinos
El silencio y el recogimiento toman la explanada mientras se baila el aurresku –uno de ellos a cargo del portavoz municipal del PP, Iñaki García Calvo–, los curiosos inmortalizan el momento con sus móviles, los pañuelos y banderas palestinos se mezclan con las ikurriñas, y Haiza, Edurne y Aitziber, de Siberiarrak, se disponen a arrancar la jornada.
“Llevamos tres años saliendo de neskas y nos gusta, está muy bien, te integras dentro la fiesta”. Las jóvenes explican que aunque otros años han salido todos los días, este toca trabajar, “así que solo saldremos hoy, pero a darlo todo”. El plan es almorzar, “después vamos a visitar una residencia y a bailar, y luego a comer, paseíllo de ida, y volvemos para hacer una fiesta en el mismo sitio en el que hemos comido”, explica Aitziber, y así “de fiesta en fiesta, pero con parte solidaria”, añade Edurne.
“Llevamos tres años saliendo de neskas y nos gusta, está muy bien, te integras dentro la fiesta”
Bodas de oro ante la virgen
Llega el turno de Galtzagorri. En lo alto de la escalera, una pareja realiza una ofrenda especialmente emotiva. Clara y Vicente se casaron el 5 de agosto de 1974, y hoy cumplen sus bodas de oro frente a la hornacina de la Virgen Blanca. “¡Gora Galtzagorri, Galtzagorri número uno!”, clama Vicente bajo una txapela gigante. “¡Hoy es un día especial, cincuenta años de casados no se cumplen todos los días, así que a celebrarlo con la amatxu –la virgen– y con toda la familia –la cuadrilla–!”, grita Vicente, que provoca una salva de aplausos de sus compañeros.
“Hoy es un día especial, cincuenta años de casados no se cumplen todos los días”
Y, por último, de la veteranía a la juventud. Mireia y Clara, de la también joven cuadrilla Kaletarrak, llevan dos años ejerciendo de neskas, y ayer procuraron salir “poquito, al txupinazo y luego a casa” para disfrutar este lunes de una jornada que de la ofrenda pasará al almuerzo, y de ahí a la comida en La Duna, antes de desfilar en el primer paseíllo de las fiestas. “Vamos a salir todos los días, a lo que surja”, prometen.