Después de muchos meses la espera ha terminado. Las Fiestas de La Blanca comienzan por todo lo alto para poder disfrutar estos seis días de la música, las cuadrillas, el ambiente y todas las actividades. Unas fechas muy señaladas por los vitorianos y que sin duda muestran el espíritu y carácter de la ciudad de Vitoria. Todos los bares y comercios se han preparado para este acontecimiento, sobre todo la hostelería.
Porque si hay que destacar algo de las fiestas, es sin duda las ganas de disfrutar de una caña, un kalimotxo o de un cubata. Cuando las calles se llenan de personas todos tienen un elemento en común, el vaso en la mano.
Esto sin duda es algo superpositivo para todos los establecimientos de la capital alavesa, que exprimen al máximo estas fechas.
Además este año en todo el mes de agosto hay 266 locales de comercio y hostelería que se mantendrán abiertos. Entre esos, 99 son bares, restaurantes o tabernas.
Unas cifras elevadas que muestran la implicación de los ciudadanos a la hora de consumir en los bares durante las Fiestas.
Todos los preparativos
Sin embargo, frente a la avalancha de gente que acudirá estos días hay ciertos preparativos previos, así como algunas normas que cumplir establecidas por el Ayuntamiento. Entre ellas, mantener los baños abiertos a todo el público; cuidar y limpiar los espacios; seguir las instrucciones sanitarias de preparación de alimentos; tener la lista de precios en un lugar visible.
Por otro lado, se encuentran los preparativos de cada establecimiento, como son la compra de las bebidas, los hielos, la preparación del local, ampliación de personal, etc.
"Vamos a mantener los que estamos, pero tendremos que trabajar todos los días casi todos, en parejas."
Son días de mucha locura en toda la zona céntrica de la ciudad, y más en el Casco Viejo y la calle Cuchillería, donde se junta el mayor volumen de bares. Los camiones ocupan toda la calle y tienen que hacer maniobras imposibles para poder entrar a descargar. En el Garraxi, Arrate espera en la puerta la llegada de su pedido, confundida con tanto vehículo y sin saber la hora de llegada.
Tienen todo preparado para el pistoletazo de salida, “hemos preparado el bar y hemos hecho hueco para que entre todo”. No son los únicos que han tenido que ampliar el espacio, en el Ioar indican que “el almacén es una locura, y hemos alquilado aparte una lonja para retirar lo vacío”.
Un bar con dueños experimentados, que llevan 37 años trabajando en hostelería y en las Fiestas de La Blanca. Asimismo, en el Toloño han tenido que triplicar su pedido habitual por las fiestas, con el objetivo de que no falte nada durante estos días.
“Intentamos dar lo mejor de nosotros, pero como hay tanta gente también hay más gente trabajando, más limpieza, más de todo, para intentar llegar”
Por otro lado, algunos han tenido que ampliar personal para poder abarcar el horario de esos días. En el Ioar han contratado a dos personas más, y en el Bendaña, Eli nos confirma que han cogido a más gente, “va a ser una locura, es nuestro primer año aquí en el Casco Viejo en Fiestas de Vitoria”. En otros locales que cuentan con horarios más amplios han prescindido de más personal, “como en principio no ampliamos horario estamos los mismos”, aseguran desde el Virgen Blanca.
Así como el Toloño, que también seguirá con los mismos horarios y plantilla. Aun así, son días de mucho trabajo y en muchos establecimientos la plantilla al completo tendrá que trabajar todos los días, como en el Garraxi, “vamos a mantener los que estamos pero tendremos que trabajar todos los días casi todos, nos hemos organizado en parejas”.
Mucho trabajo
Esta semana ha sido decisiva para preparar todo y conseguir que no falte de nada. Además de la preparación mental de los hosteleros que se enfrentan a días duros de trabajo. “Intentamos dar lo mejor de nosotros, pero como hay tanta gente también hay más gente trabajando, más limpieza, más de todo, para intentar llegar”, así lo expresaban en el Toloño.
Aun así, se alegran de tener tanta cantidad de trabajo en estas fechas; en Garraxi indican que aunque toque trabajar muchas horas una vez acabadas las fiestas Vitoria se vaciará y será su momento de descanso. El 4 es sin duda un inicio por todo lo alto, ejemplo de ello es el Virgen Blanca que tiene las horas de comida prácticamente reservadas desde el año anterior.
Por último, se ha mencionado la necesidad de más baños en la zona del Casco Viejo. Como normativa del Ayuntamiento todos los establecimientos deben tener los baños abiertos a cualquiera, y algunos reclaman la necesidad de más aseos públicos. Aseguran que al no haber muchos, las personas recurren a los bares y estos tienen que soportar los desechos y suciedades, además de vómitos o cualquier otro imprevisto.
