Gorka Ortiz de Urbina había sido, hasta este año, el único Celedón que había conocido DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA –en noviembre alcanzaremos la veintena tras nacer en 2004, mientras que el anterior aldeano de Zalduondo llevaba bajando desde San Miguel desde 2001– y afrontar cada año las sesiones fotográficas con él era pisar sobre terreno ya conocido.
Sobre todo, por la facilidad de Gorka para ir abriendo puertas y su conocimiento de cómo hacer las cosas –quedábamos casi antes del amanecer, con las calles prácticamente desiertas– para evitar que la sesión se convirtiese en interminable por las constantes interrupciones de la gente. ¿Qué nos íbamos a encontrar con Iñaki Kerejazu? ¿Qué ideas innovadoras nos podíamos inventar para reflejar en una imagen su estreno? Este particular making off viene a explicar cómo fue una mañana de lo más intensa y divertida.
Primero, las ideas. Para empezar, lo sencillo: la primera vez vistiéndose como Celedón. Segunda, dificultad creciente: evocar la primera imagen que van a tener todos los gasteiztarras de Iñaki, su irrupción abriendo de par en par la bandera de Vitoria –lo más difícil fue encontrar una, muchas gracias, como siempre, José Luis–; y, de remate, un montaje para la portada de hoy día 4 de agosto con Kerejazu descendiendo desde San Miguel a la Virgen Blanca, para lo que le propusimos lanzarse desde una tirolina. Y a todo nos dijo que sí con una sonrisa.
Este particular making off viene a explicar cómo fue una mañana de lo más intensa y divertida
El propio Iñaki se encargó de concretar el lugar de la cita. La tienda de trajes regionales Zazpiak Bat, que le ha confeccionado la indumentaria que lucirá hoy. Aintzane Ramírez –muchísimas gracias por toda tu ayuda y de la gente que conforma Zazpiak Bat– nos aguardaba media hora antes de la apertura del establecimiento –al final lo tuvo que abrir antes de hora, ante la cantidad de interesados que se agolpaban en su cristalera– para ayudarnos con el proceso de conversión de Iñaki en Celedón.
Y, sobre todo, para echar mano de su conocimiento para agujerear la bandera por la que posteriormente íbamos a hacer aparecer a Celedón. “Va a parecer El Resplandor”, se reía Iñaki mientras Pilar repetía la fotografía una y otra vez, con Aintzane y quien esto escribe sujetando la bandera y revisando cada tiro de cámara.
Cogemos el coche, e intentando que nadie le vea, recogemos a Iñaki aún vestido de Celedón en la puerta de Zazpiak Bat. Norma fundamental: cuanta menos gente le vea, muchísimo mejor. Nos desplazamos hasta Zurbano, donde hemos descubierto una tirolina solitaria que nos viene de maravilla para nuestra idea. Además, Víctor Monje, del Bar-Restaurante Zurbano –muchísimas gracias por la colaboración–, nos cede un espacio para que Iñaki pueda cambiarse. Iñaki sube a la tirolina, sube y se lanza... Una y otra vez... Perdimos la cuenta, pero cerca de la treintena.
“Haz así”; “ahora así”; “sonríe”; “saca el puño”. Tanto tute, que el pantalón acabó descosido en la entrepierna –vuelta luego a Zazpiak Bat–, mientras desde unas ventanas vecinas una familia entera disfrutaba entre risas, también las nuestras, de la primera sesión de fotos –después llegaría el trabajo digital de Pilar para trasladar a Iñaki de Zurbano a la Virgen Blanca– de DNA con el nuevo Celedón.