Los dos conductores de la carrera ilegal del polígono de Jundiz (Vitoria), durante la cual hubo un accidente con un tercer coche en el que murieron dos jóvenes, se enfrentan a sendos delitos de "conducción temeraria con manifiesto desprecio para la vida de terceros en concurso con dos delitos de homicidio por imprudencia grave".

Ambos jóvenes han comparecido este sábado ante el juzgado de guardia de Vitoria, cuyo titular los ha dejado en libertad provisional con medidas cautelares como la retirada del pasaporte y del carné de conducir y con la obligación de comparecer cada semana ante el juez que instruye el caso, según han explicado fuentes judiciales.

Uno de los conductores resultó herido leve en el accidente y estaba citado para declarar hoy ante el juzgado de guardia. El otro implicado fue detenido ayer por la Policía Local en el marco de la investigación desarrollada por la Unidad de Atestados de este cuerpo policial para la reconstrucción de los hechos.

Ambos han prestado declaración ante el juez, que les ha dejado en libertad provisional mientras son investigados por la presunta comisión del citado delito de "conducción temeraria con manifiesto desprecio para la vida de terceros en concurso con dos delitos de homicidio por imprudencia grave".

Al parecer, los dos jóvenes conducían dos coches de alta gama a gran velocidad y tomaban parte en una carrera ilegal. En un momento dado, el BMW -cuyo conductor resultó herido de carácter leve- chocó también a gran velocidad contra un Volkswagen Polo que en ese momento accedía a la vía desde el estacionamiento.

La Policía Municipal de Vitoria detuvo el viernes al conductor que competía el pasado sábado en la carrera ilegal del polígono de Jundiz contra el BMW implicado en el accidente mortal en el que murieron dos jóvenes.

El arresto se practicó ayer, según han confirmado fuentes de la citada guardia urbana, en el marco de la investigación desarrollada por la Unidad de Atestados de este cuerpo policial para la reconstrucción de los hechos.

El conductor detenido ha pasado este sábado a disposición judicial, mientras que el hombre que conducía el BMW ha sido citado en el Palacio de Justicia de Vitoria esta misma mañana, ha confirmado el Ayuntamiento.

Al parecer, el detenido, del que no se han facilitado de momento más datos, también conducía un coche de alta gama a gran velocidad con el que disputaba una carrera contra el BMW, que chocó también a gran velocidad contra un Volkswagen Polo que en ese momento accedía a la vía desde el estacionamiento.

En ese coche, mucho más pequeño que los anteriores, viajaban cuatro jóvenes: dos de ellos, de 18 y 20 años, fallecieron; otro está herido de mucha gravedad, y una cuarta -la copiloto- tiene lesiones leves.

El conductor del BMW, de 23 años, dio negativo en las pruebas de alcohol y drogas.

Con esta detención se confirma la hipótesis de la policía que abrió una investigación para aclarar si el BMW implicado en el accidente mortal participaba en una carrera ilegal junto a otro vehículo.

El concejal de Seguridad, Iñaki Gurtubai, ratificó esta semana que el BMW y el Volkswagen Polo que ocupaban los fallecidos no competían entre sí y que posiblemente el turismo de alta gama sí lo hiciese con un tercer vehículo en una carrera ilegal.

La hipótesis que baraja la Policía es que el BMW chocara a "altísima velocidad" con el coche pequeño en el momento en que este accedía a la vía "desde el estacionamiento".

El día del siniestro la guardia urbana, como cada viernes y cada sábado por la noche, estuvo en la zona varias horas para vigilar que no se produjesen carreras ilegales.

La Policía llegó a Jundiz sobre las 23.00 horas para vigilar que no hubiera "carreras, trombos o acelerones". En el momento de mayor afluencia había unos 50 coches en el polígono y la gran mayoría abandonaron la zona hacia la 1.30 horas de la madrugada.

En ese momento la patrulla se marchó del polígono y "unos cuantos coches, ocho o nueve" aprovecharon para regresar. Media hora después se produjo al accidente, explicó el concejal.

Gurtubai avanzó que se barajan varias medidas para intentar evitar carreras ilegales como la colocación de badenes y la instalación de cámaras de vigilancia, aunque todo ello puede suponer que el problema se traslade a otro punto de la ciudad.