La desaparición del empresario Juan María Uriarte principal impulsor y cabeza pensante de la reactivación comercial de la manzana de San Prudencio, Dato y General Álava siembra de incertidumbre y dudas los próximos pasos del proyecto en un momento clave, además, como el cambio de Corporación con los resultados de las elecciones del 28 de mayo y la esperada licitación de las obras para renovar el Teatro Principal.

Con las exequias de hoy para despedir al veterano promotor, fallecido la noche del sábado a los 87 años, se abre un nuevo tiempo para el que fue su empeño de devolver el esplendor y actividad a la denominada milla de oro de la capital alavesa.

Sobre la mesa está el planteamiento de abrir un nuevo bulevar desde la calle San Prudencio, a la altura de lo que fue la tienda de Natura, hacia General Álava, en los locales que tuvieron a Inside y Uterque como última actividad comercial.

El planteamiento de Uriarte y su amplio equipo de asesores no llegó a ser presentado a la Corporación en funciones a pesar de haberlo comentado en múltiples reuniones y encuentros con representantes y técnicos.

Ese proyecto consiste en conectar ambas calles comerciales del centro de la ciudad mediante un paso interior de carácter peatonal. El corredor conllevaría también la creación de una amplia zona ajardinada con la posibilidad de instalar nuevas marcas comerciales o locales hosteleros que reactivaran la actividad.

Esta idea de los promotores no ha pasado de ser una idea a un documento concreto que haya recibido el sello de entrada en las oficinas del Departamento de Territorio. Así lo aseguraba una y otra vez la concejala en funciones, Ana Oregi, durante las reiteradas preguntas que le lanzaban los grupos de la oposición de manera periódica y queriendo conocer más detalles del proyecto.

Argumentaban también fuentes conocedoras del proyecto, consultadas por DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA, la posibilidad de que toda esa manzana pudiera someterse a una figura urbanística como un Plan Especial de Rehabilitación Integrada (PERI) y que pudiera desatascar algunos de los trámites y cuestiones para que el proyecto en su conjunto viera la luz de manera definitiva.

La multitud de locales adquiridos por Juan María Uriarte, desde el año 2017 en adelante, están también enclavados y anexos al Teatro Principal y los avances y parones en el proyecto de Urteim han estado también sometidos a los vaivenes que iban surgiendo entre las alternativas planteadas para acometer la renovación del espacio cultural.

El último movimiento fue la venta de Urteim al Consistorio del local del antiguo banco Sabadell, colindante con el muelle de carga del teatro. La operación se cerró el pasado mes de febrero por un total de 1,1 millones de euros y hace un par de semanas se ha conocido por fin el proyecto para el lavado de cara del centenario teatro.

Confiaban los promotores que esa transacción comercial pudiera desencallar el proyecto y empezar a ver avances en la tramitación de todo lo referido al bulevar, y habrá que esperar un tiempo para ver los efectos que puede tener la desaparición de la figura de Uriarte.

También el pasado mes de febrero, y como adelantó DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA en su edición del día 14, la promotora Urteim solicitó al Ayuntamiento de Gasteiz una licencia de obra para acondicionar y rehabilitar un número limitado de plazas en el interior del Garaje Álava y que presten servicio a los vecinos y oficinas ubicadas en el portal número 20 de esa calle.

Se trata con esta intervención de mantener los estacionamientos particulares para vecinos de esa comunidad y trabajadores, después de que en los últimos años se haya derribado una parte de los muros interiores de los cerca de 2.000 metros cuadrados de superficie que tenía el Garaje Álava con la primitiva intención de que en ese espacio diáfano pudiera instalarse alguna gran superficie.

CHOCOLATERÍA VALOR

Al margen de ese planteamiento de gran bulevar interior, se siguen completando los locales vacíos de la multitud que llegó a atesorar Juan María Uriarte. El siguiente que tendrá actividad será lo que fueron la taberna Molly Malone y la cafetería Dakar, en San Prudencio, que se convertirán en una chocolatería de la marca Valor. Las obras ya tienen todos los permisos para su inicio y Valor ya ha comenzado la búsqueda de personal para atender el negocio.