Al final el viaje está siendo todo un éxito. Lo que empezó con muy mal pie se ha convertido en uno de los destinos que más está disfrutando una pareja de Vitoria.

"Hoy viernes hemos ido a ver la Macarena, San Luis y hemos dado un paseo por el Guadalquivir, y por supuesto, cervecita en una terraza. Y a la noche tablao flamenco en Triana", cuenta a DNA la pareja que lleva en Sevilla desde el lunes y que aprovechará hasta el domingo.

Un viaje que se preveía tranquilo y muy cómodo acabó convirtiéndose en toda una odisea para llegar de la capital alavesa a la capital hispalense.

Por una equivocación a la hora de seleccionar la fecha del vuelo, lo que iba a ser un cómodo viaje de hora y media en avión se convirtió el pasado lunes en un trayecto mucho más largo de diez horas en coche.

El error que habían cometido

En vez de contratar el viaje del martes 21 de febrero al sábado 25 de febrero, lo que pasó fue que cogieron el vuelo del martes 21 de marzo al sábado 25 de marzo.

"El problema es que los meses de febrero y marzo coinciden en días y fechas, y elegimos las fechas sin fijarnos en el mes", explican estos dos vitorianos afectados.

Una vez pasado el shock inicial y con los días libres ya pedidos en el trabajo, empezaron a buscar soluciones.

La compañía aérea no les devolvía el dinero por no haber contratado ningún tipo de seguro, ni les cambiaba las fechas. Y el dinero del apartamento también lo perdían al haberse pasado la fecha para poder hacer la cancelación gratuita.

"Por no comprobar bien las fechas nos quedábamos sin una semana de vacaciones, además de unos 700 euros de pérdidas", explicaban.

Intentaron buscar otros vuelos similares desde aeropuertos cercanos, pero les resultó misión imposible sin que los precios se dispararan. Así que buscaron otra solución: hacer el trayecto de más de 800 kilómetros en coche.

"Ha merecido mucho la pena venir a Sevilla"

Desde que pusieron un pie en Sevilla el lunes por la tarde "están encantados y enamorados de la ciudad".

Ya han visitado la Catedral y el Alcázar y han conocido Triana. La Plaza de España les ha dejado con la boca abierta y como no, la gastronomía, comer en terrazas al sol, cómo se vive el flamenco pero sobre todo, la gente.

Por algo dicen que "Sevilla tiene un color especial".