La gran ola mece hasta el éxito a Xabier Barandika e Imanol López, los últimos clasificados para la Final Four de la Jai Alai League y, a la postre, campeones del circuito. Llegaron a última hora y este lunes se coronaron en el frontón Ezkurdi de Durango en una final tensa y emocionante, en la que, sobre todo, el zaguero de Zumaia tuvo el mando del encuentro. Autoritario en la zaga contra un Gorka Sorozabal fino y contestón, el titán guipuzcoano marcó el devenir del encuentro con un inicio fulgurante que abrió el melón de la final con los azules en ventaja. Cabe destacar el continuo prodigio a la hora de recoger pelotas complicadas a bote corrido. Una delicia a la altura de muy pocos. Caviar.
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También sufrió y gozó a partes iguales Barandika, que se eleva a lo más alto del podio después de un año complicado. Se rompió el ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha en julio de 2023 y un mes después pasó por el quirófano. Se perdió toda la temporada invernal, incluyendo el populoso Winter Series de Gernika, para regresar en el Araba Euskaraz en abril. Con medio circuito cenando en el infierno de las lesiones, el gernikarra reapareció a tiempo para escribir con letras de oro su nombre en la historia del circuito. Le tocó trabajar mucho en el rebote, pero solventó la papeleta e, incluso, debatió de tú a tú con el incisivo Johan.
Un partido con alternativas
El vizcaino y López sufrieron de lo lindo para maniatar a los hermanos Sorozabal, puro nervio. El delantero tiene algo especial que le convierte en un puntista imprevisible, mientras que el zaguero, campeón de 2023 con Aritz Erkiaga, está subiendo enteros con la experiencia. El caso es que, tras iniciar las hostilidades con un 0-5 en contra, los de Biarritz fueron capaces de revolverse.
López fue faro, un abismo enorme. Potente hizo daño con pelota muerta. Los azules dominaron el primer joko gracias al inicio, pero los jóvenes lapurtarras llegaron a arrimarse 7-8, 8-9, 10-11, 11-12, 12-13 y 13-14. Un error de Johan cerró el set.
El segundo joko trae emoción
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La historia cambió con el descanso. Los Sorozabal sacaron pelota viva para evitar las andanadas del zumaiarra. Sin timón, el partido se encabritó del lado champán hasta el cinco iguales. Los azules se pusieron 10-12 y 12-13, pero el colmillo de Johan abrió el camino al desempate. Resolvió con un dos paredes en el resto y dos remates maravillosos de costado.
El desempate fue eléctrico, pero los veteranos volvieron a optar por material más tranquilo. Barandika asomó ambicioso. El 3-4 fue un costado terrible. La final se acabó con un dos paredes de Johan desde el nueve que se fue por milímetros.