Ander Imaz ha completado este domingo uno de esos encuentros que quedan marcados en la retina. El zaguero de Oiartzun ha estado soberbio en el Astelena de Eibar. Ha rozado la perfección con la yema de los dedos. La ha tocado. La ha besado en los labios. Los números no mienten: ni un solo error en todo el encuentro.

El guipuzcoano ha capitaneado la victoria sobre Joseba Ezkurdia y Xabier Tolosa, que siguen regalando demasiado -trece fallos en total-. Si Imaz, siempre de espíritu comunista, ha impuesto la brújula, Unai Laso ha sido un verso libre con dinamita en el gancho. Cáustico. Imaz asombra, Laso destruye.

El sotamano del navarro cambia el ritmo: de una bachata a un réquiem en un solo pelotazo. Conclusión: tercer punto del Parejas y nuevas sensaciones tras dos derrotas consecutivas.

LA SONRISA DE IMAZ

Tolosa ha sufrido el buen hacer de su homólogo en la zaga, al que da gusto ver sonreír después de unos meses de sinsabores que ya están olvidados. Imaz ha regresado. El mismo de siempre: limpio, duro, encajador, superviviente. El mismo: un pelotari estajanovista que vive profundamente la pelota.

Su unión con Laso está dando buenos réditos. En el Astelena han mostrado una buena cuenta de resultados. Han perdido solo cuatro pelotas. Es complicado, pero es el camino a seguir. El espejo está en Eibar.

NUEVE ERRORES DE EZKURDIA

En ese escenario, Ezkurdia sigue sin encontrar regularidad. Pone toda la carne en el asador, desde luego, aunque le falta seguridad en el remate. Ha terminado ocho tantos, pero ha cometido nueve errores, algo impropio de su talla. Cuestión de rachas. También es cierto que ha tenido que explorar en posturas complicadas, a contrapelo.

Con todo, el 13-22 del luminoso no desgrana la dureza de la contienda. Se han alcanzado los 638 pelotazos en 70 minutos de juego, en los que los de Baiko han dominado desde el 5-5.

A raíz de ese instante, con una tacada de siete tantos, han marcado músculo para alimentar la ansiedad de Ezkurdia-Tolosa. Han llegado a estar 10-21 a base de dentelladas de Laso, hambriento cerca del frontis, y el cemento de Imaz. Ezkurdia ha maquillado al final y un mal gancho a la vuelta de un saque ha cerrado las hostilidades.