Duración: 61:21 minutos de juego.

Saques: 1 de Artola (tanto 9).

Faltas de saque: 1 de Peña II.

Pelotazos: 563 pelotazos a buena.

Tantos en juego: 8 de Artola, 8 de Peña II y 2 de Albisu.

Errores: 1 de Artola, 1 de Aranguren, 3 de Peña II y 9 de Albisu.

Marcador: 0-1, 1-1, 2-1, 2-2, 10-2, 10-5, 14-5, 14-6, 15-6, 15-8, 18-8, 18-9, 21-9, 21-13 y 22-13.

Incidencias: Partido correspondiente a la décima jornada de la liguilla de cuartos de final del Campeonato de Parejas de la LEP.M disputado en el frontón Labrit de Iruñea a puerta cerrada. En el primer partido, Agirre-Aretxabaleta ganaron a Peio Etxeberria-Tolosa (18-10). En el tercero, Salaberria-Oier Etxebarria vencieron a Elordi-Garmendia (10-22).

- Una sonrisa traviesa recorría el rostro de Iñaki Artola en el frontón Labrit de Iruñea. La mueca era un golpe de electricidad, una llamada al dios de la tormenta, el canto por la resurrección. Después de siete partidos consecutivos fuera de órbita por una rotura fibrilar en el bíceps femoral del muslo derecho -el alegiarra se lesionó en el segundo partido del Parejas y fue sustituido por un buen Oinatz Bengoetxea-, entre los dientes le asomaba la candidez traviesa de un hombre hambriento. El crujido de su estómago se debía al barbecho, a la ansiedad del lesionado, enmarcado en la perpetua soledad del corredor de fondo, que mira más allá de los mil metros sin saber aún cuándo llegará el final. Y, entretanto, el escenario se derrama por los costados como un decorado de Hanna-Barbera: a toda velocidad. Unas veces tan rápido; otras, en cambio, tan lento. Así es el tiempo: elástico.

La sonrisa de Artola en el Labrit invocó la sorpresa ante Jon Ander Peña y Jon Ander Albisu, bailando entre nubarrones. El gesto del alegiarra, en su regreso, fue de alivio también, pues el triunfo holgado cose las heridas clasificatorias de forma que ya se enganchan de nuevo con los puestos de play-off. En definitiva, fue una victoria terapéutica. Por muchas cosas: por la rehabilitación de Artola, por la seguridad de Aranguren, por las heridas que dejan de sangrar, por frenar la progresión de unos rivales con mucho potencial y llamados a estar en los puestos de cabeza...

Se erizaron las comisuras de los labios de Iñaki en busca de tambores de guerra. Hambre lobuna. Y el dominio en los cuadros alegres, eliminando cualquier andanada eléctrica de Peña II, se fue sustentando entre el acierto del alegiarra y el naufragio de Albisu. El guardaespaldas no estuvo entonado. Perdió nueve pelotas, enfangando el ritmo de la contienda, lo que derivó en una dinámica azul bastante alejada de la mostrada en anteriores ocasiones. Desafortunados los Jon Ander, el cemento de Aranguren (solo un error) puso el metrónomo al encuentro. Artola, por su parte, cometió su único fallo en el 21-13, un remate agresivo a la chapa. Los colorados manejaron distancias desde la primera decena (10-2), argumentando con buen tino. Incluso, pudieron cosechar un resultado final más abultado aún del logrado; sin embargo, tres remates de Peña pusieron algo de maquillaje (22-13). A tumba abierta, el tolosarra tiró un dos paredes para cerrar el duelo. Artola recupera la sonrisa.