- No es un desconocido en la casa. Siendo muy joven inició su carrera televisiva en un programa de verano, Jaiak. Fue en el siglo pasado, 1997, pero ha vuelto con muchas ideas y tiene una clara idea de lo que quiere para Euskal Telebista. Está satisfecho de cómo están los dos canales, pero augura sorpresas a partir del otoño. Su sumario de intenciones pasa por la innovación en el área de contenidos
Le recuerdo de ‘Betizu’...
—Ja, ja, ja... Empecé en Jaiak 97. Pero tengo que decir que mis primeros pasos los di en Arrasate Telebista en un programa de niños que se llamaba Kukaratxa motel. Una íntima amiga mía, Maider Egues, le llevó una cinta mía a Peio Sarasola, era entonces director de programación, le gustó y empecé en ETB, en Jaiak, como te he dicho.
Una trayectoria brillante, de ‘Jaiak’ a director de Euskal Telebista.
—¡Quién me lo hubiera dicho entonces! Director de ETB y pasando antes por la experiencia de Discovery. Es un recorrido, no sé si brillant, pero sí completamente apasionante.
En Discovery tenía usted un puesto que sonaba muy fuerte.
—El último puesto que tenía antes de venir a ETB fue el de vicepresidente de estrategia editorial. Pero en Discovery hice dieciséis años y en ese tiempo pasé por seis puestos diferentes. Empecé en el departamento de marketing y promoción haciendo promos para los documentales que emitíamos. Después pasé un área que se llamaba desarrollo de cadenas.
¿Qué era exactamente el desarrollo de cadenas?
—Hacer que crecieran, en cuanto audiencia, suscriptores e ingresos. Discovery lanzó en España un canal en abierto que se llamaba Discovery Max. Me mandaron a Madrid como responsable de producción local y ahí estuvo trabajando con el Mago Pop, Amazonas clandestino con David Beriain (periodista navarro asesinado recientemente en Burkina Faso), su primer programa lo hicimos juntos. Tras dos años en Madrid, echaba mucho de menos Londres y me volví allí y asumí mi primer puesto de alta dirección, fue el de director de cadenas. Después me ofrecieron un puesto de vicepresidente de productos digitales e innovación. Y de este, al último antes de llegar a ETB.
¿Fue una sorpresa que le propusieran ser director de ETB?
—Hubo conversaciones hace unos cuantos años. En aquel momento me encontraba muy a gusto en Discovery, muy a gusto en Londres, estaba muy contento en mi puesto.
¿Por qué ha cambiado de opinión?
—El Brexit, la pandemia y la locura que ha golpeado el mundo hicieron que a mí también me apeteciera un cambio y escuché la llamada de volver a casa. Después surgió la propuesta de ETB y que te voy a decir, ETB había sido mi casa. Mi paso por todos los departamentos de Discovery en los que he estado me ha hecho aprender mucho y venir hasta aquí me ha parecido muy ilusionante. Poner en práctica aquí todo lo que he aprendido a nivel europeo me parece muy interesante para aplicar en esta casa.
¿No le ha dado de vértigo acepta el cargo de director de la cadena en la que usted empezó tan joven?
—Un poco sí. No tanto por lo que es el cargo, más por estar trabajando con gente con la que ya estuve hace veinte años. Es un puesto de directivo, también los he tenido en cadenas de Discovery a nivel europeo. Pero es muy diferente hacer televisión en Londres o en Turquía, Dubái u otros países con gente que no conocías a hacerlo aquí, en casa.
¿Y no es diferente en cuanto a dirigir cadenas?
—No. Es igual aquí que en Londres o en cualquier parte del mundo.
¿Qué contacto ha tenido como espectador con ETB en estos dieciséis años?
—La verdad, no mucho. Intentaba venir a casa una vez cada tres meses mínimo, pero estaba con los míos, no me pasaba el día viendo la televisión. Sí me enteraba por los amigos que tengo en la casa, me contaban que había empezado un nuevo programa o que habían quitado otro.
Supongo que se habrá puesto las pilas y al día, ¿no?
—Estoy en ello. Todavía estoy aterrizando, estoy en la pista de aterrizaje. Solo llevo en el cargo tres meses y unos pocos días. El primer paso al aceptar este puesto es ver dónde estamos y cómo estamos...
¿Y dónde están y cómo están?
—En cuanto audiencias estamos muy bien, tanto ETB-1 como ETB-2. Ambas cadenas están en un nivel muy saludable, tienen un crecimiento respecto al año pasado de un 10%. Pero como dicen todos los jefes exigentes se puede mejorar. Quizá a nivel digital tenemos que darle un acelerón. Hay áreas ETB en las que se puede mejorar, pero cómo punto de partida para mí, estamos muy bien. Le tengo que dar gracias al equipo anterior por todo el trabajo que han hecho.
Dice que está muy bien, pero ETB-1 no acaba de despegar, se mantiene en el furgón de cola.
—Yo no diría eso. En absoluto. Hemos tenido un mes de junio muy bueno. También mayo fue bueno para ETB-1. Parte de su programación son los deportes y la pandemia hizo que desaparecieran. ETB-1 sufrió mucho en 2020, tuvo el dato más bajo desde que empezó a emitir. Pero desde que los deportes han vuelto y ha arrancado el salir de esta situación, la cadena está dando unos datos muy aceptables.
¿Se puede mejorar?
—Sí. Como decía mucho un jefe mío ante esta pregunta: La respuesta siempre tiene que ser un sí, ¿Para qué estamos nosotros aquí?
Me está contando la parte buena de lo que ha visto, imagino que también habrá una que no lo es tanto. ¿En qué flaquean?
—Más que flaquear, te voy a decir dónde voy a poner yo los esfuerzos. A nivel de audiencia, los dos canales están encarrilados y están en un buen momento. Lo que me gustaría es impulsar la innovación en cuanto a contenidos. La explosión de las plataformas digitales ha hecho que el espectador, tanto en el mundo lineal como en el digital, tenga acceso a un volumen de contenido que antes era impensable.
¿Se ha vuelto más exigente?
—Sí. Cuanto más ves, más sabes; cuanto más sabes, más exigente eres. Países que antes nunca habían sido referentes en televisión, ahora lo son. Los países nórdicos o los países del Este de Europa ahora son referentes. El foco al que mirar ha cambiado muchísimo.
¿Para copiar?
—No, para buscar inspiración. Países que antes eran irrelevantes, son países en los que hay que tener un ojo. Me gustaría que hubiera más innovación de contenidos, mirar más a lo que se produce internacionalmente en busca de inspiración y poder ser más innovadores. Se hace mucho en el área digital, pero podemos hacer más. Vengo de Discovery y su motor es hacer contenidos que ayuden a hacer un mundo mejor.
¿En qué sentido?
—Son contenidos de entretenimiento, pero que tiene una vocación de divulgación. Ves un programa, te entretiene y cuando veas los créditos digas: Hostias, he aprendido A, B y C. Esta es una de las direcciones que yo quiero empujar más. Mi idea es innovación, contenidos que cumplan un objetivo de servicio público más potente, un impulso al área digital. Crear ecosistemas en torno a las comunidades que crearemos alrededor de nuestras franquicias.
Usted viene de un grupo de comunicación donde, supongo, que los presupuestos son grandioso y no son un problema y la programación estará muy bien dotada, sobre todo si lo comparamos de lo que ETB dispone para programas.
—Lo son, son grandiosos como tú dices. Si alguien me pregunta por los cinco proyectos de los que estoy más orgulloso de haberlos hecho, diré que no fueron los que tuvieron mayores presupuestos en Discovery. Es indudable que cuanto más presupuestos tengas, más vas a poder hacer. Para mí lo primordial es la idea original. Valoro tener una idea creativa e innovadora sobre la cual se crea un contenido. Con mucho dinero y sin una buena idea, no llegas a ninguna parte. Al revés, con una buena idea y sin demasiado presupuesto, puedes crear cosas muy chulas. Una de las cosas de las que más orgulloso estoy y que se hizo en Discovery, no se hizo con mucho dinero, se hizo con una buena idea y un buen equipo detrás.
Euskal Telebista ha dejado atrás el mundo de la ficción, en los últimos años se han hecho pocas series de producción propia. ¿Va a hacer algo en este sentido? ¿Hay proyectos en este sentido?
—Los hay. De hecho, la semana que viene estrenamos Beti mugan. Es una serie que está muy bien. En ella están Elena Irureta, Mikel Laskurain, Itziar Aizpuru... Hay más proyectos en los que estamos trabajando y es una línea que vamos a seguir. Queremos crear una estrategia en torno a la ficción para luego ponernos a producir. También tenemos que considerar las coproducciones, está claro que la ficción es muy cara.
¿Quitaría algo de la programación actual?
—Siempre hay cosas que quitaría y cosas que pondría. Sí, sí hay alguna que quitaría...
Pero no me va a decir cuáles, ¿no?
—Exacto. No voy a decir qué es lo quitaría.
¿Hay diferencia con lo que se ve en Gran Bretaña ?
—Sí. Cuando estoy en casa veo televisión que se hace en euskera, que se hace en castellano y que se hace en inglés. Me gustaría que ETB se convirtiera, independientemente del idioma, en la combinación de lo que mejor se hace en euskera, en castellano y en inglés. Mi intención es dar importancia a todos los géneros, incluso a aquellos que aquí tienen la etiqueta de intelectuales y aburridos. A partir de septiembre vais a ver contenidos que hablan de temas de muchos peso, pero se van a ver de una forma muy digerible.
“En cuanto audiencias estamos muy bien, tanto ETB-1 como ETB-2. Tienen un nivel muy saludable”
“Se hace mucho en el área digital, pero podemos hacer más, es un punto en el que vamos a insistir más”
“Quiero que ETB se convierta en la combinación de lo que mejor se hace en euskera, castellano e inglés”