Cuando menos se podía esperar, con todo en contra por las ausencias y en cancha de uno de los rivales más fuertes de la ACB como es el Unicaja, el Kosner Baskonia logró el pasado domingo una victoria balsámica que según su técnico Paolo Galbiati será “muy importante para las cabezas de los jugadores”.

Tras quitarse el peso de encima de haber sumado sólo una victoria a domicilio esta temporada lejos del Fernando Buesa Arena hace dos meses contra el Granada, el próximo paso para el conjunto gasteiztarra es poner fin a más de un año de sequía a domicilio en la Euroliga. Pues bien, este martes tendrá una nueva oportunidad de conseguirlo a partir de las 20.00 horas en cancha del Valencia Basket.

Será una misión más difícil si cabe que la del pasado domingo en Málaga, aunque los alaveses recuperarán como mínimo a Trent Forrest y a Markquis Nowell al no existir el límite de extracomunitarios en la Euroliga. Si Matteo Spagnolo y Rodions Kurucs, que se perdieron la visita a Málaga por un proceso vírico gastrointestinal, se recuperan a tiempo, Galbiati podrá volver a contar con 13 jugadores a su disposición, lo cual permitiría equilibrar algo la balanza con uno de los equipos con mayor fondo de armario del continente como es el Valencia Basket, que cuenta con la baja de Xabi López-Arostegui.

Los gasteiztarras ya comprobaron recientemente cómo se las gasta el equipo dirigido por Pedro Martínez, el único que ha ganado en el Fernando Buesa Arena en los dos últimos meses de competición. El cuadro taronja, tras un duelo muy igualado en el que fue mucho tiempo por detrás en el marcador, se llevó la victoria sobre la bocina gracias a un canastón de Kameron Taylor sobre la bocina, esquinado y bien defendido por Radzevicius.

Si ya demostró su gran nivel en el Fernando Buesa Arena con un juego vertical, mucho ritmo y jugadores del talento de Darius Thompson, Jean Montero, Omari Moore, Sergio de Larrea, Brancou Badio, Brandon Taylor, Nathan Reuvers, Matt Costello o Jaime Pradila, en su cancha será un oponente más temible si cabe.

De hecho, en su nuevo Roig Arena, uno de los pabellones más modernos de Europa tras una inversión de 400 millones de euros procedentes del patrimonio personal de Juan Roig, sólo ha logrado ganar el Hapoel Tel Aviv, actual líder de la Euroliga, y lo hizo en un encuentro sin público en la grada.

Esa fortaleza en su feudo es uno de los motivos por los que el cuadro taronja ocupa actualmente la tercera posición en la Euroliga y en la ACB, ya que a domicilio sí ha mostrado una versión más humana con derrotas como la del pasado domingo ante el UCAM Murcia por 92-80.

El Baskonia, fatigado tras el enorme esfuerzo de sus tres últimos compromisos, deberá volver a recurrir a su raza y completar un partido perfecto para tener opciones ante un rival que seguro que querrá imponer un ritmo muy alto desde el inicio y que castigará cualquier pequeña relajación.