La sangría continúa. Una herida aún más grande tras otra noche de pesadilla. Un Baskonia impotente poco pudo hacer para plantar batalla a un Olympiacos que se mostró muy superior.

Salvo un ligero intercambio de golpes en los compases iniciales, en los que Howard trató de tirar del carro del conjunto azulgrana, los de Laso salieron de El Pireo acribillados por una máquina perfecta de jugar al baloncesto y acabaron sufriendo una dolorosa derrota, la quinta consecutiva en Euroliga tras otra noche para olvidar.

Los de Bartzokas demostraron por qué son un serio candidato, no solo a la Final Four, sino a algo más tras jugar durante muchas fases del partido con la escuadra gasteiztarra como si de un juguete roto se tratase. Muy, muy superior. Más de un escalón por encima.

Forrest trata de superar a Fournier durante el partido entre el Olympiacos y Baskonia PETE ANDREOU

Un rilval letal desde el triple

La inferioridad baskonista fue notable ante el músculo y el talento de un rival que no tuvo piedad y que además, durante muchas fases del partido estuvo tocado por una varita mágica.

Buena prueba de ello es que en el primer cuarto tan solo había fallado tres de sus 15 lanzamientos de campo tras anotar un espectacular 9/10 en tiros de dos y un más que sobresaliente 3/5 (60%) en triples. Letales en la pintura gracias a la superioridad física de unos imparables Fall y Milutinov, tanto para Hall como para Diop, y desde el exterior, donde sobresalía un Fournier de lo más inspirado.

El francés firmó unos diez primeros minutos de ensueño. El galo anotó 12 puntos, con un 2/3 (66%) en tiros de 2 y un pleno en triples, además de repartir 4 asistencias. Clave en un Olimpiacos que hacía daño por todos los lados.

Tan solo Howard, con 10 puntos en ese primer cuarto con un pleno en tiros de dos (2/2) y en lanzamientos libres (6/6) trataba de poner algo de resistencia. Demasiado poco para frenar a un Olympiacos que se despegó tras la entrada de McKissic. La entrada del alero estadounidense permitió al conjunto heleno despegarse en el marcador tras un parcial de 9-0 en menos de dos minutos. Primer apagón.

El Baskonia, que había comenzado tuteando a la escuadra helena tras ponerse 13-17 a los 4:39 de partido tras un triple de Forrest, veía como su rival se escapaba tras un parcial de 9-0 en un visto y no visto. Los de Laso habían bajado los brazos dos minutos y su rival le pasó por encima.

Olympiacos, que anotó la friolera de 30 puntos en el primer cuarto, firmaba un 53% en triples al descanso por un pobre 11% (1/11) del Baskonia

Arrollado por un tráiler desde ese momento. El conjunto gasteiztarra había recibido la friolera de 30 puntos en esos primeros diez minutos. Al menos, el Baskonia conseguía seguir al acecho con sufrimiento tras haber anotado 24. Un espejismo. El descomunal acierto griego terminó de romper el partido en un segundo cuarto en el que los de Laso recibieron un parcial de 26-14.

Otra vez acribillados por el acierto de los francotiradores de Bartzokas desde el arco. Una vez más el Baskonia perdió la batalla del triple. Y es que mientras el conjunto gasteiztarra firmaba un paupérrimo 11% (1/11) en triples, el Olympiacos se disparaba hasta un sobresaliente 53,3% tras anotar 8 de sus 15 lanzamientos.

Si a ese acierto en el tiro le unes una defensa infranqueable es entendible que el conjunto heleno se marchase en el marcador hasta los 18 puntos al descanso. Los jugadores azulgranas se quedaban una y otra vez atrapados en una maraña de brazos. 

Tan negro lo vería Laso, que en algunas fases de la segunda mitad llegaría a jugar el Baskonia sin bases ante la falta de capacidad de sus dos bases para generar juego

Atrapados por una tela de araña defensiva víctimas de su incapacidad para generar juego. De nuevo recurriendo al uno contra uno, a cierta anarquía en ataque y a las penetraciones de Forrest como uno de los escasos recursos. Tan negro lo vería Laso, que en algunas fases de la segunda mitad llegaría a jugar el Baskonia sin bases.

Todo ello convertía al Baskonia en un equipo demasiado previsible y fácil de frenar para un Olympiacos que tiene hormigón armado en su defensa.

Forrest, demasiado individualista en ocasiones, trata de superar la defensa de Fall durante el Olympiacos Baskonia de Euroliga PETE ANDREOU

Cada canasta costaba un mundo, mientras que el Olympiacos anotaba con demasiada facilidad ante un Baskonia que viendo su inferioridad en la 'pintura' buscó otras alternativas y llegó a jugar también sin sus dos 'cincos'.

Laso, viendo la inferioridad de su equipo en la 'pintura', buscó otras alternativas y llegó a jugar también sin sus dos 'cincos'.

Para colmo de males, el Baskonia seguía regalando demasiados balones -acabó con 14 por 9 de su rival-. Con esa cifra de pérdidas es difícil competir contra un equipo como el Olympiacos y más en su pabellón ante su enfervorizada afición.

Los de Bartzokas es que casi ni sufrieron en una segunda mitad, en la que sin pisar el acelerador a fondo fueron capaces de mantener a raya, a un Baskonia que una vez más vivía un auténtico calvario con el triple -13% (3/22) y que tras el pasó por los vestuarios dio la sensación de haber levantado la bandera blanca.

Si a eso le sumas sus pérdidas, problemas defensivos dentro y fuera y su incapacidad para generar juego es entendible la contundente derrota sufrida contra Olympiacos. Demasiados pecados para soñar con poder doblegar al coco heleno, quien con suma facilidad impuso el peso de la lógica en otra noche de pesadilla para el Baskonia.