Se sufrió lo inimaginable, pero el Baskonia consiguió victoria clave contra el UCAM Murcia que le permite calmar las aguas en la liga doméstica y mantener vivas sus opciones de estar en la Copa del Rey. Para ello, eso sí, tuvo que vivir una auténtica montaña rusa de emociones e hizo falta un Hall en modo superhéroe y una prórroga para tumbar a un cuadro murciano que dominó durante los primeros 25 minutos.
En busca de cambiarle la cara al equipo, Pablo Laso, que por primera vez dejó a Forrest en la grada en la ACB, apostó por un nuevo quinteto inicial formado por Baldwin, Howard, Sedekerskis, Ndiaye y Hall. La puesta en escena no fue la mejor, ya que el Baskonia se encontró con un Brodziansky entonado autor de los siete primeros puntos del UCAM que, junto a un triple liberado de Ennis tras una mala defensa local, puso el 2-10 en el marcador.
Afortunadamente, el equipo, bien dirigido por Baldwin, reaccionó con un mate de Hall a asistencia del base norteamericano y un inteligente robo de Howard acto y seguido para poner el 6-10. A partir de entonces, el encuentro se equilibró y el Baskonia fue poco a poco acercándose hasta igualar el marcador con un triple de Howard, con más balón que en citas anteriores (16-16).
De esta manera, se llegó al segundo parcial con el duelo igualado y los locales metidos de nuevo en el partido, aunque en una repetición de lo ocurrido en el primer cuarto, Hakanson volvió a poner tierra de por medio con tres triples para su equipo nada más empezar. El Baskonia le extendió la alfombra roja a su rival en defensa y encajó 20 puntos en seis minutos, incapaz de frenar el juego en el poste de Birgander y Todorovic.
Llegó a manejar de esta manera una ventaja de siete puntos el UCAM con el 33-40, momento en el que Pablo Laso frenó la sangría situando a Sedekerskis en el cuatro. En los últimos cuatro minutos antes del descanso los hombres de Sito Alonso anotaron sólo cuatro puntos y se llegó al descanso con un 40-44 aún abordable por los alaveses.
Cambio de guión con el sello de Laso
Necesitaba el Baskonia cambiar el guión del encuentro tras el descanso y encontrar la vía para dominar el choque, pero una vez más protagonizó una flojísima puesta en escena y se vio superado por un UCAM sin tantos altibajos. Birgander, Brodziansky y compañía siguieron campando a sus anchas en la pintura para elevar la brecha por encima de los diez puntos por primera vez con el 45-56.
Fue entonces cuando Laso decidió agitar el árbol e introducir en la cancha a Rogkavopoulos por primera vez en el partido, además de cambiar el sistema defensivo y apostar por una defensa a cancha completa. El ajuste táctico cogió a contrapié al UCAM, que se vio obligado a jugar posesiones más cortas sin tanto tiempo para encontrar a sus interiores. También robó algún balón el Baskonia, al que no le importó conceder alguna canasta fácil a cambio de llevar el partido a su terreno. Rogkavopoulos, muy activo con puntos y asistencias importantes, fue clave también en el parcial de 15-6 con el que se cerró el tercer cuarto que volvió a meter a los vitorianos en el partido (60-61).
Se adelantaron en el marcador en la reanudación con dos tiros libres de un discreto Luwawu-Cabarrot, pero Hakanson y Radovic enfriaron rápido el ánimo baskonista con el 62-66. El que no se enfrió fue Donta Hall, que tras una importante minutada se creció y se volvió omnipresente en ambos aros.
El pívot contagió su energía al resto de sus compañeros, Rogkavopoulos igualó el duelo con un triple tras un buen movimiento de balón y Baldwin puso el 77-74 con dos excelentes penetraciones. Una vez por delante, los azulgranas manejaron su ventaja con viajes a la personal ante la presión visitante hasta que a medio minuto del final con 83-81 Moneke erró dos tiros libres. Ennis falló uno en el lado contrario y en el momento clave, Howard perdió el balón en una posesión desastrosa y Caupain puso el 83-84 tras un rebote ofensivo. Baldwin forzó una falta a segundo y medio del final y anotó sólo un tiro libre, enviando el duelo a la prórroga.
El tiempo extra comenzó con Hall de nuevo machacando en su fructífera conexión con Baldwin y con Moneke marchándose al banquillo con su quinta falta. La fatiga llegó a todos excepto a Hall, que tras dos tiros libres fallados por Ennis con 88-87 robó un balón con canasta y tiro libre adicional que resultó definitivo. Esta vez Sedekerskis no perdonó desde la personal al colocar el 93-89 a diez segundos del final y aseguró una victoria de infarto.