Markus Howard dio señales de vida en el Movistar Arena. Aunque no sirvió de mucho, por fin hizo acto de presencia el killer del Kosner Baskonia. Angustiado en los últimos tiempos y en la diana de la crítica por su escasa confianza ante el aro rival y su mal momento, el norteamericano se soltó la melena en un último cuarto donde recordó al anotador explosivo de las grandes noches.
El conjunto vitoriano se vio reanimado por la pegada de un jugador que volvió a entrar en trance como en sus dos primeras campañas de militancia azulgrana. Lo suyo fue un abuso ante el aro del Real Madrid, que pasó de dominar 76-62 al inicio del último cuarto tras un triple de Maledon a verse por debajo en el marcador tras un parcial de 0-15 para los alaveses.
13 de esos 15 puntos llevaron la firma de Howard, mientras que la otra canasta fue rubricada por Diakite. Cuando parecía resignado a su suerte, el Kosner Baskonia se metió en la pelea gracias a la inspiración de Howard.
El de New Jersey vio el aro como una auténtica piscina y se sacó toda clase de conejos de la chistera en ataque. Primero anotó dos canastas dobles que fueron el preludio de una exhibición, a la postre, sin premio. A continuación, uno tras otro, llovieron tres triples del cielo que permitieron a la escuadra alavesa soñar con la victoria a falta de cinco minutos (76-77).
Con el instinto asesino y la eficacia que le caracterizaba en los viejos tiempos, Howard silenció durante esos minutos el Movistar Arena. Scariolo decidió entonces taponar la herida encomendando su defensa al mejor perro de presa de su plantilla (Abalde) y la noche se le volvió a torcer al Kosner Baskonia, ajusticiado en el epílogo por el oficio de Campazzo.
El escolta gallego no dejó ni respirar a Howard con sus pesados grilletes y las últimas esperanzas de victoria se esfumaron para los alaveses en un escenario francamente complicado.
Abalde también había sido en los albores de la velada la gran pesadilla de Howard. Los primeros ataques merengues siempre desembocaron en un aclarado para él en el poste bajo con el fin de aprovechar su superioridad física. Al igual que ha sucedido ante otros muchos jugadores que le hacen recular hacia atrás conscientes de su falta de centímetros, el estadounidense vivió un calvario.
Claro que esa táctica rival es algo sabido ya de antemano y no sorprende, pero un consumado estratega como Scariolo y sus ayudantes así se encargaron de recordarlo en cada tiempo muerto del Real Madrid. La orden era atacarle.
Los 22 puntos firmados ayer fueron la mejor marca anotadora de Howard en la presente temporada entre las dos competiciones. Su tope hasta ahora eran los 16 que consiguió en la segunda jornada de la Euroliga ante el Asvel.