Tadas Sedekerskis, Khalifa Diop y Sander Raieste, tras la renovación de este último el pasado 7 de junio, son de momento los tres cupos que tiene el Baskonia en nómina de cara a la temporada que viene.

Habida cuenta de que Dani Díez, al que no se le ha trasladado oferta de renovación para seguir en Vitoria y, salvo sorpresa, dejará el club al término de su contrato este próximo 30 de junio, el conjunto gasteiztarra se ha vuelto a encontrar de nuevo con un problema recurrente todos los veranos a la hora de edificar el proyecto de la próxima temporada. En concreto, el hecho de contar con cuatro jugadores de formación en plantilla para cumplir con la normativa vigente en la ACB.

Los dichosos cupos se han convertido en un dolor de cabeza habitual de un tiempo a esta parte para el Baskonia. El hecho de contar estas pasadas temporadas con canteranos como Arturs Kurucs, Ilimane Diop, junto a los dos que actualmente siguen en plantilla, casos de Raieste y el capitán Sedekerskis, han permitido al Baskonia tener cubierta buena parte de sus necesidades en este sentido. 

Los canteranos Raieste, Sedekerskis y Kurucs, tres de los cupos durante el curso 2019-20 en el que el Baskonia se proclamó campeón de Liga ACB Photo

Sin embargo, en cada curso ha habido por lo general un hueco por completar y esa plaza vacante sigue provocando auténticos quebraderos de cabeza al inquilino del Buesa. Y es que el de los cupos es un mercado inflacionado y escaso de gangas, lo que incomoda al Baskonia de cara a configurar su plantilla.

PROBLEMAS TRAS EL NO DE SMITS

El conjunto vitoriano ya sufrió hace dos temporadas para tener cuatro cupos en nómina de cierto nivel tras la salida de Jayson Granger. Entonces, la secretaría técnica azulgrana abordó el fichaje del letón Rolands Smits tras su salida del Barcelona para disponer de ese cuarto jugador de formación en el equipo.

Sin embargo, la irrupción en ese mercado de fichajes del Zalgiris, quien presentó al ala-pívot báltico una oferta mucho más suculenta, echó por tierra los deseos del Baskonia en lo que a la configuración de sus cuatro cupos se refiere. 

Roland Smits era el elegido para ser el cuarto cupo el curso 2022-23, pero finalmente fichó por el Zalgiris Euroliga

Se trataba de una pieza estratégica y tras no fructificar su fichaje, el Baskonia se vio obligado a activar un plan B y ese verano llegaría Dani Díez. El madrileño, pese a que ha cumplido con creces, no era la pieza deseada como primera opción por el club azulgrana y todo apunta a que su peso en el equipo ha sido menor del que hubiera tenido el flamante fichaje del Anadolu Efes.

Es el sino del Baskonia en cuanto a contar con jugadores de calidad que posean la valiosa etiqueta de jugadores de formación. Ya se ha visto que con la exigencia de la Euroliga y ACB, el Baskonia necesita un cuarto jugador con un peso específico importante dentro la rotación baskonista. 

EVITAR QUE SEA UN FIGURANTE

Ese cuarto jugador que se una a Sedekerskis, Khalifa Diop y Raieste, –estos dos últimos deben dar un paso adelante– no debería ser tan solo una pieza de relleno de la plantilla que se limite a ayudar en los entrenamientos y ocupar de forma casi permanente un sitio en el banco. Más bien todo lo contrario, un jugador que realmente aporte al engranaje y, sobre todo, permita alargar la rotación azulgrana para evitar sufrir debido a la falta de fondo de armario como ha venido ocurriendo en estos últimos ejercicios.

Sin embargo, el dar con esa pieza idónea no es sencillo para el Baskonia. Y es que otra temporada más se cuentan con los dedos de la mano los baloncestistas susceptibles de encajar dentro de ese perfil, bien porque se salen del presupuesto ya que su precio suele ser prohibitivo o bien porque carecen del nivel necesario para jugar en el Baskonia.

El base Carlos Alocén ha dejado el Real Madrid rumbo al Gran Canaria, mientras que el pívot polaco Olek Balcerowski, formado en la cantera del Gran Canaria y que recientemente se ha proclamado campeón de la Euroliga con el Panathinaikos, recalará en breve en el Unicaja de Málaga, y el macedonio Nenad Dimitrijevic, director de juego formado en el Joventut, se unirá al Armani Milan.

El mercado de jugadores apetecibles es muy reducido y las dificultades para dar con ese jugador de formación aumentan de forma exponencial. Es el tradicional problema con los cupos de cada verano.