El exentrenador del Baskonia, Joan Peñarroya, está ya preparado para regresar a los banquillos de la ACB y de la Euroliga tras la mala experiencia de su segunda temporada en Vitoria-Gasteiz. El técnico de Terrassa ha sido el elegido por el Barcelona para relevar a Roger Grimau y tomar las riendas del conjunto culé para las dos próximas temporadas.

Peñarroya ha sido anunciado este viernes como nuevo entrenador del Barcelona, uno de los pocos equipos de la Euroliga que, junto al Baskonia, aún no había confirmado el nombre de su preparador para la campaña 2024-25.

Cabe recordar que Joan Peñarroya aterrizó en Vitoria-Gasteiz en el verano de 2022 tras la marcha de Neven Spahija, procedente del Valencia Basket. Su primera temporada en el Baskonia fue excelente en cuanto a números y rendimiento en la fase regular tanto en la Euroliga como en la ACB, practicando además un baloncesto muy vistoso.

Sin embargo, las derrotas en momentos claves de la campaña, especialmente las eliminaciones en cuartos de Copa del Rey y ACB ante el Joventut, generaron dudas en la directiva, que lo renovó no sin antes haber tanteado otras alternativas en el mercado.

La escasa confianza que quedaba en el club desapareció tras un mal comienzo de la temporada 2023-24 que derivó en su destitución y el fichaje de Dusko Ivanovic a finales del mes de octubre.

Reto enorme

Tras su marcha del Baskonia, Peñarroya ha pasado ocho meses apartado de las canchas a la espera de que llegara una buena oportunidad para regresar y esa paciencia ha dado sus frutos con la aparición del Barça, un club de primera línea que le devolverá a la Euroliga y además no deberá alejarse de su casa.

Se ha hablado de varios nombres como posibles sustitutos de Grimau como Dimitris Itoudis, Jaka Lakovic y sobre todo Xavi Pascual, pero finalmente el Barça va a decantarse por la alternativa de Joan Peñarroya.

En el club culé se encontrará una exigencia similar a la que tuvo en Vitoria-Gasteiz, con la presión añadida de estar obligado a sumar títulos a las vitrinas blaugranas tras la decepcionante campaña en blanco de Roger Grimau. Eso sí, también contará con mayor presupuesto y recursos que en su última aventura.