Una victoria coral. Todos fueron claves. Un equipo. Equipazo. Markus Howard se llevó los focos tras su enésima exhibición anotadora, pero el triunfo ante la Virtus llegó gracias al esfuerzo titánico y generoso de un grupo de guerreros incansables que cree en la victoria y nunca se rinde pese a todos los obstáculos que se le pongan por delante.

La ausencia de Moneke obligaba al resto a dar un paso al frente. Lo dieron. Tadas Sedekerskis de inicio. El lituano firmó un arranque de partido digno de una de las estrellas de la competición. Sus números al final del primer cuarto así lo confirman.

11 puntos sin fallo con 2/2 en tiros de dos y en triples y 1/1 en lanzamientos desde la personal, a lo que añadió un rebote y dos faltas recibidas para 14 puntos de valoración. Tadas superstar. El capitán azulgrana fue un jugador todoterreno, capaz de anotar desde el exterior, en penetración, ayudar en el rebote, defender... Soldado universal.

Sin embargo, un hombre solo no iba a ser capaz de derrotar a todo un ejército con soldados de primer nivel como es esta Virtus.

Hacía falta que aparecieran más integrantes de la tropa de Ivanovic y estos se fueron sumando a la causa en función de las necesidades del equipo. Rogkavopoulos hizo un trabajo sucio y silencioso.

Siempre constante ayudando en el rebote. Un paso al frente el del griego. 9 puntos y ¡¡¡7 rebotes!!!, el mejor en este aspecto junto a Codi y Tadas, demuestran que el alero heleno es una pieza más que válida.

Raieste también tuvo un papel importante a la hora de dar descansos a Howard, defender y estar vivo para sacar faltas a la Virtus impidiendo el acercamiento del equipo italiano. Siempre sumando. Carácter del estonio para decir aquí estoy yo con un soberbio trabajo defensivo. Se comportó como un perro de presa atrás con jugadores de la talla de Belinelli y Shengelia en ocasiones.

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En imágenes: Así se ha vivido el Baskonia - Virtus Bolonia en el Buesa. ¡Búscate en las fotos! Pilar Barco

Despegue tras el descanso

Trabajo de zapa para que otros pudieran dar la puntilla. Ahí aparecieron un Miller-McIntyre de nuevo tremendo y Howard con un tercer cuarto sensacional para ambos.

El Baskonia rompería el partido tras el paso por los vestuarios con un parcial de 31-16, en el que el director de juego con pasaporte búlgaro y el killer de New Jersey fueron decisivos. Entre ambos anotaron 20 de los 31 puntos del cuadro azulgrana en ese tercer cuarto, con 14 puntos para el escolta y 6 para el base.

Otra minutada para Codi

Codi, que jugaría la segunda parte al completo, no fallaría ninguno de sus tres lanzamientos de dos, daría tres asistencias, capturaría cuatro de sus 7 rebotes en esos 10 minutos y recibiría 3 faltas para 14 de valoración, mientras que Markus firmó 1/4 en tiros de 2, ¡4/6! en triples, una asistencia y dos robos para 11 de valoración

Artífices del despegue azulgrana. Eso sí, tocaba seguir remando y no dar vida a una Virtus con veneno suficiente para dar más de un susto si el Baskonia se relajaba. No lo hizo.

Martillo pilón. Tadas –16 puntos y 7 rebotes al final del partido– y Costello –19 puntos y 5 rebotes– ejercieron de dominadores en la pintura.

Un muro atrás y con puntería delante. El lituano acabó con un soberbio 3/4 (75%), mientras que el poste con pasaporte costamarfileño acabó con un notable 3/6 (50%). Letales desde el arco.

Y es que con un acierto del 41% (16/39) desde los 6,75 metros se tienen muchos boletos para salir airosos.

Ahí Howard, autor de 28 puntos con 8 aciertos en el triple (la mitad de todos los del equipo) de 19 intentos (42,1%), volvió a ser clave. El faro del equipo. De un equipazo de guerreros incansables.