El Baskonia puso fin a su racha de tres derrotas consecutivas y despejó las dudas generadas en las últimas citas con una contundente victoria ante un equipazo como el Olympiacos. La profunda plantilla del cuadro heleno no intimidó a los locales, que con una actuación coral, mucho trabajo defensivo y un paso al frente de sus actores secundarios logró distanciarse de su rival en el tercer cuarto y rematarlo a cancha abierta en el último.
El encuentro comenzó con un juego muy fluido y pocas interrupciones, ya que no se cometió la primera falta hasta el quinto minuto. Ivanovic, en su partido 750 como baskonista, sorprendió al introducir como titular a Chiozza junto a Marinkovic, Díez, Sedekerskis y Kotsar, quinteto que entró a la cancha muy concentrado y con las ideas claras en ataque.
Los alaveses encontraron buenas situaciones en ataque en las primeras posesiones, lo cual les sirvió para alcanzar una primera ventaja de 11-6 en el ecuador del cuarto. Algo más le costó al Olympiacos, que se encomendó a su acierto exterior –15 de sus 17 puntos del primer parcial llegaron desde el perímetro– y especialmente al de Canaan, autor de cuatro triples en esos diez minutos en los que los griegos fueron de menos a más y los locales de más a menos hasta llegar al segundo cuarto por detrás después de un parcial de 0-8.
En la reanudación, Petrusev estiró con dos canastas seguidas la renta del Olympiacos hasta el 14-21, momento en el que apareció Howard para emular la actuación de Canaan en el primer cuarto y devolver al Baskonia al partido. El escolta norteamericano entró en calor y con tres triples, sumados a cinco puntos de un Rogkavopoulos de vuelta en la rotación y un dos más uno de Moneke, sirvieron para que los gasteiztarras encadenaran un parcial de 17-3 con el que lograron darle la vuelta al marcador (31-24).
Pese a ello, al Baskonia se le volvió a atragantar el cierre del cuarto, en el que Canaan consiguió frenar la producción ofensiva de Howard, los alaveses no aprovecharon sus oportunidades en transición y Petrusev siguió haciendo daño junto a Milutinov bajo el aro azulgrana, con lo que la ventaja local al descanso se quedó en sólo un punto (33-32).
La defensa, al servicio del ataque
Al regreso de vestuarios, Ivanovic apostó de nuevo por el quinteto que tan buen rendimiento le dio en el comienzo del encuentro y le volvió a dar buen resultado. Dani Díez, en su mejor partido de la temporada en Euroliga, anotó su tercer triple del encuentro para colocar una ventaja de 40-34 en el marcador y, aunque el Olympiacos consiguió acercarse con canastas de sus interiores, la entrada de Miller-McIntyre, Howard y Moneke desde el banquillo le dio otra inyección de energía a los azulgranas.
Un triple de Howard, otro de Moneke y unos fantásticos minutos de un Kotsar imperial tanto en labores defensivas como atacando el aro rival permitieron al Baskonia superar por primera vez los dobles dígitos de ventaja (51-40). Amagó con reaccionar el Olympiacos tras dos errores locales, pero los hombres de Ivanovic siguieron superando a su rival por intensidad, claridad de ideas y una frescura que no se vio en las últimas citas.
Con justicia, los alaveses llegaron al parcial decisivo con una ventaja de diez puntos que llegó a ser de 14 tras un buen corte a canasta de Dani Díez y un mate en transición de Miller-McIntyre (63-49). Intentaron los griegos agrietar la sólida defensa local a base de los martillazos de Fall en la pintura, pero no tuvieron más recursos que ese durante unos minutos en los que el Baskonia logró que su rival colapsara y lo remató, esta vez sí, atacando con verticalidad y precisión sus opciones a cancha abierta.
Con el 70-53, obra de Howard precisamente con una bandeja en transición, el conjunto vitoriano tenía encarrilada la victoria a seis minutos del final y, aunque entre Petrusev y Milutinov, los dos atacantes más sólidos del Olympiacos en la cita, lograron meter algo de miedo a los locales con el 73-64, apareció Howard con siete puntos seguidos para sellar una merecida victoria. Imposible pensar una mejor manera para celebrar los 750 partidos de Ivanovic en el Baskonia y los 300 duelos de Euroliga del Buesa Arena, que vivió por fin un desenlace tranquilo (80-69).