Cemento armado. Un bloque generoso en su esfuerzo atrás para anular a todo un Olympiacos que no pudo alcanzar los 70 puntos y solidario en ataque para repartir el protagonismo entre varios de sus estiletes.
Buena prueba de ello es que ante el conjunto heleno cuatro de los jugadores azulgranas alcanzaron los dobles dígitos en anotación –Howard (21), Moneke (13), Kotsar (11) y Sedekerskis (10)-.
Un equipo sin fisuras. Serio, con la paciencia necesaria para encontrar el momento preciso para hurgar en la herida del cuadro heleno y hacerle daño.
Las estadísticas así lo confirman. El Baskonia movió el balón ante la tropa de Bartzokas con mucho criterio. El conjunto azulgrana acabó con 23 asistencias, diez de las cuales llegaron en un espectacular tercer cuarto en el que el cuadro azulgrana se fue hasta los 26 puntos y comenzó a encarrilar la victoria. Una delicia.
Destacable fue la capacidad para limitar a la mínima expresión el número de errores.
El Baskonia hizo un soberbio trabajo para evitar las pérdidas que el pasado martes fueron una de las claves que condenaron a la derrota en Mónaco. Y es que si en el Principado, el cuadro gasteiztarra regaló 19 balones, en esta ocasión limitó su número de balones regalados a 9. Mucho control.
Pocos peros se pueden poner al Baskonia. De haberlos, los problemas que tuvo en la pintura ante un Petrusev que volvió por sus fueros y un Milutinov, letal en las cercanías del aro. Los dos jugadores hicieron un auténtico roto en el segundo cuarto en las cercanías del aro.
Problemas en la zona
Entre ambos anotaron 14 de los 15 puntos de su equipo en ese segundo cuarto, 8 el canterano baskonista y los seis restantes el ex del CSKA. Estuvieron soberbios. Desconocido en lo que va de temporada el jugador formado en Vitoria.
El exbaskonista Petrusev se fue hasta los 14 puntos con una carta de tiro espectacular de 4/5 en tiros de 2 y 2/3 en triples, los primeros que anota este curso
Y es que si hasta ahora promediaba 2,4 puntos otros tantos rebotes y 4,2 de valoración, en el Buesa se fue hasta los 14 con una carta de tiro espectacular de 4/5 en tiros de 2 y 2/3 en triples, los primeros lanzamientos que anota desde más allá de los 6,75 del curso, a lo que hay que añadir 4 rebotes para 15 de valoración.
Ya lo dice el refrán: No hay peor cuña que la de la misma madera.
Milutinov también hizo mucho daño con sus 12 puntos y 14 rebotes. Un superclase, que acabó con 31 de valoración.
Pues bien, Kotsar supo pararle los pies en el tramo decisivo de partido. La defensa del estonio fue para enmarcar. Bien colocado, aguantando los embistes de sus rivales y con una agilidad vertiginosa para cortar líneas de pase.
Trabajo sucio al servicio del colectivo. También pudo brillar en el plano individual gracias a sus 8 puntos y sobre todo sus 4 robos para una valoración final de 14 créditos. El estonio, puro cemento armado, personificó en su figura lo que fue el Baskonia ante Olympiacos: un bloque sin fisuras y muy solidario.