Es de sobra conocido que Dusko Ivanovic es un técnico exigente. Su férreo método de trabajo traspasa fronteras. Sin embargo, detrás de los éxitos del entrenador de Bjelo Polje a lo largo de su dilatada trayectoria hay mucho más que disciplina y trabajo duro.

El montenegrino es un técnico con una amplia gama de recursos. Su pizarra es rica en jugadas y sistemas. El preparador balcánico está acostumbrado a manejarse con una corta batería de efectivos a los que exprime y saca de ellos el máximo rendimiento, sea en la posición que sea.

En Belgrado ante el Maccabi de Tel Aviv, se pudo comprobar la variedad de recursos tácticos empleados por el Baskonia frente al conjunto israelí. La baja de Costello, un hombre clave para Ivanovic por su polivalencia y por su capacidad para abrir el campo, ha obligado al técnico azulgrana a reinventarse de nuevo. Una vuelta de tuerca más.

Sin su cinco favorito, el técnico azulgrana ha sacado de nuevo un conejo de su chistera. En el duelo ante el Maccabi, el balcánico utilizó durante buena parte del partido a sus hombres en distintas posiciones y alternó quintetos de lo más variado en función de la situación de partido con éxito hasta que se les agotaron las fuerzas.

Howard-Vanja: Amenaza exterior

El Baskonia está acusando la dureza de un mes de diciembre inhumano. El de Belgrado fue el noveno partido en 19 días y las piernas pesan y más a jugadores que habitualmente se meten minutadas entre pecho y espalda.

En la sala Pionir, al quedarse inéditos dos integrantes de la plantilla –Mannion y Raieste– y con otros dos como Rogkavoulos y Dani Díez con un papel testimonial al estar ambos por debajo de los seis minutos, a algunos de los miembros del núcleo duro de Ivanovic les tocó estar más de 30 en pista, casos de Marinkovic (34:24), Miller-McIntyre (33:08) y Sedekerskis (31:11).

Jugadores totales. Capaces de aguantar lo que les echen y actuar también en distintas posiciones. Y es que Ivanovic hizo gala en la sala Pionir de su riqueza táctica. El montenegrino puso en pista quintetos de lo más variado.

Tras un inicio de partido con uno clásico formado por Codi de base, Marinkovic de escolta, Dani de alero, Tadas al cuatro y Kotsar de poste, el balcánico apostó a falta de tres minutos para el final del primer cuarto por poner juntos a sus dos anotadores –Howard y Marinkovic–, tras reemplazar el compulsivo anotador de New Jersey al polivante jugador madrileño, mientras que Moneke entraría por Sedekerskis.

Marinkovic trata de eludir el marcaje del exbaskonista Wade Baldwin, durante el partido entre el Maccabi y el Baskonia disputado en Tel Aviv Euroliga

La jugada le salió bien y el Baskonia pasó de un 16-9 abajo a igualar el partido a 20. Esta fórmula con jugadores móviles y en la que sus dos principales amenazas exteriores compartían minutos en pista la volvería a utilizar a lo largo del encuentro. 

Otro de los momentos claves del partido llegó a falta de 2:38 para el descanso. Con 47-39 abajo para el Baskonia, Ivanovic resituó a Tadas Sedekerskis. El lituano, habituado a jugar de 'cuatro' con Ivanovic –la mayoría de sus minutos son en esa posición– pasó a jugar de tres en un quinteto en el que estaba Chiozza a los mandos, Marinkovic como ejecutor y Moneke y Kotsar por dentro.

Pues bien, la solución de jugar con un alero alto y potente funcionó a las mil maravillas y el cuadro azulgrana igualó el duelo tras un parcial de 0-8 en 1:47 minutos. El hecho de tener un jugador multiusos como el báltico permite a Ivanovic echar mano de este tipo de soluciones, por la que también volvería a apostar al final del partido.

Cinco ‘pequeños’ juntos

Hubo más. Entre ellas una ya habitual como la de jugar con dos bases. Pese a que Miller-McIntyre necesita descanso y lo más lógico es que cada vez que entrase Chiozza el ex del Andorra descansase, ambos directores de juego compartieron varios minutos en pista.

El hecho de no contar con un poste grande ya lo hizo antes en Vitoria con Polonara y Shengelia y dejando fuera a un pívot como Michael Eric

Incluso en Belgrado se vio una apuesta mucho más arriesgada aún ya que además de los dos encargados de repartir juego también estaba junto a ellos otro pequeño como Howard, quienes estuvieron acompañados en la pintura por Tadas y Moneke. Un quinteto móvil sin un claro referente en el interior al no estar ninguna de las dos principales referencias azulgranas en pista: Kotsar y Diop.

Esta última opción no fue algo esporádico. De hecho, Moneke y Sedekerskis compartieron muchos minutos en pista jugando de interiores. Esta fue la pareja elegida para los últimos 3:40 minutos del tercer cuarto y otros cuatro del último periodo. ¿Sorprendente? No tanto.

Moneke llegó a jugar en la 'pintura' con Tadas Sedekerskis muchos minutos de partido Euroliga

Buena prueba de ello, es que Ivanovic ya había utilizado una fórmula similar en el pasado. En las campañas 2019-20 y 2020-21, Ivanovic puso en varias ocasiones una pareja de pívots móviles en pista, dejando en el banco a sus centers puros –Michael Eric, Jekiri o Ilimane Diop–.

En esos cursos se pudo ver como Polonara, un 'cuatro' que podía a llegar a jugar incluso de tres, compartió la pintura con Shengelia el curso de la burbuja de Valencia y con Peters en la siguiente pese a no ser un jugador tan físico como los otros pívots que estaban en el banquillo. Es lo que tiene formar parte de la plantilla dirigida por un Dusko Ivanovic, que una vez más demostró una gran variedad de recursos tácticos.