El Baskonia recuperó terreno en la pugna por el billete hacia la Copa después de lograr la sexta victoria del curso ante el Manresa, un rival directo en la búsqueda del billete a Málaga.
El conjunto de Ivanovic, después de protagonizar un fulgurante inicio de partido con un parcial de 29-12, mantuvo las rentas en el marcador a través del acierto exterior, donde castigó al descarado equipo de Pedro Martínez.
El Baskonia firmó ante el Manresa su mejor registro de la temporada en ACB desde la línea de 6,75. En la primera jornada, la escuadra vitoriana logró un acierto del 53% ante el Breogán después de acertar nueve de los 17 triples intentados, pero el Baskonia anotó este domingo 15 de sus 29 lanzamientos desde la larga distancia.
Una precisión letal para mantener distancias con un rival que, pese a verse sumido en una desventaja de 23 puntos, no tiró la toalla y llevó al Baskonia al límite.
El inicio de partido marcó las diferencias entre ambos equipos pese a que el rival llegase a recortar su distancia a tan solo cinco puntos. En este escenario de máxima tensión, el conjunto vitoriano contó con la irrupción de jugadores como Miller-McIntyre, Dani Díez y Chima Moneke, inspirados desde el triple.
McIntyre, notable desde el arco
Y es que el director de juego superó con éxito su cometido desde la línea exterior, que es precisamente el aspecto del juego en el que encuentra su mayor margen de mejora. Ayer, McIntyre anotó tres de sus cinco intentos desde el 6,75, siendo uno de ellos de gran mérito tras driblar a su pareja de baile en los últimos segundos de la posesión.
Fiel escudero
Dani Díez, reconvertido en el escudero de Dusko Ivanovic en estas últimas semanas, también aportó su incontestable veteranía en varios tramos de la contienda. Además de partir en el quinteto inicial, el alero firmó diez puntos y dos triples balsámicos para su equipo.
La victoria ante el Manresa se vio empañada por un segundo cuarto en el que el Baskonia estuvo lejos de su versión más fidedigna. Esta fragilidad defensiva para dejar liberados a los tiradores del Manresa provocó un bloqueo en el plano ofensivo que el conjunto catalán supo aprovechar.
La sensación en el feudo azulgrana era la de un Baskonia que supo mantener las rentas a base de oficio, pero en el último cuarto Chima Moneke se erigió como un hombre sustancial en ambos lados de la cancha. El nigeriano fue el verdugo de su exequipo, pues fue el máximo anotador con 23 puntos.
Además, Moneke logró un acierto quirúrgico desde la línea del triple, pues acertó sus tres lanzamientos. Una actuación balsámica para dejar atrás el mal trago vivido en el choque ante el Mónaco, donde se vio penalizado por su desmedida excitación.
Tras derrotar al Manresa a base de triples, el Baskonia afronta la próxima semana con el objetivo de minimizar sus desconexiones. Pese a no pasar factura ante el Manresa, debe ser un “aprendizaje”, tal y como subrayó Ivanovic.