Era un secreto a voces y el Baskonia lo ha hecho oficial este lunes. Tras el base Nico Mannion, el segundo fichaje para la campaña 2023-24 es Nikos Rogkavopoulos, una apuesta de larga duración como se deduce de su incorporación para las próximas tres temporadas.

El club vitoriano tenía cerrada desde hace semanas su contratación, pero no ha sido hasta que el alero griego (21 años y 2,01 metros de altura) ha visto cercenadas sus escasas esperanzas de dar el salto a la NBA tras no resultar elegido en el pasado 'draft', cuando se ha oficializado la llegada. En los últimos días también había permanecido en Estados Unidos realizando entrenamientos privados para varias franquicias norteamericanas.

Nacido en Maroussi el 27 de junio de 2001, Rogkavopoulos llega a la entidad vitoriana tras militar la pasada temporada en el Merkezefendi, equipo con el que promedió 15,7 puntos y 16 créditos de valoración en la liga turca. Se trata de una de las principales promesas del baloncesto europeo y el Baskonia confía en que explote en el Buesa Arena antes de cruzar el charco en un futuro.

"Saski Baskonia añade talento y proyección con la llegada de Rogkavopoulos de cara a la próxima temporada", reza la nota del club vitoriano, que ha reclutado a un internacional griego de buenas hechuras, muy espigado y capaz de hacer muchas cosas sobre la cancha.

Por si existía alguna duda, el Baskonia ha aclarado en su nota a los medios que el polivalente jugador griego es un alero, si bien también puede actuar como escolta y ala-pívot. Por lo tanto, todo hace indicar que Rogkavopoulos se perfila como el recambio de Giedraitis a las órdenes de Peñarroya y que complementará a Sedekerskis y Raieste en el puesto de 'tres' alto.

El griego es el típico fichaje 'made in Baskonia', desconocido para muchos pero predestinado a crecer en la capital alavesa hasta poder erigirse en una estrella si mantiene su progresión. Llega del mismo equipo que lo hizo hace meses Heidegger, el Merkezefendi turco, tras comenzar su carrera profesional en el AEK de Atenas en la temporada 2018-19.

En dicho club griego, Nikos permaneció tres cursos antes de fichar en la campaña 2021-22 por el Promitheas Patras de su país natal, con el que disputó la Eurocup y donde estuvo dirigido durante más de tres meses por el manchego Luis Casimiro. En la competición europea el flamante jugador azulgrana promedió 8,8 puntos y 5,6 rebotes para 12 créditos de valoración en los 16 partidos que disputó.