El Baskonia quiere estar entre los ocho mejores de la Euroliga. Así lo ha demostrado a lo largo del curso, donde se ha mantenido entre los transatlánticos gracias a su indistinguible carácter y su estético baloncesto. Anoche, los de Peñarroya vivieron una noche de las que generan afición. En un duelo a cara de perro que tenía color turco al inicio del tercer cuarto (45-54), emergió el mejor Vanja Marinkovic que recuerda el baskonismo. El tirador serbio se erigió en un arma de destrucción masiva para hundir al Fenerbahce y rememoró el voraz espíritu de Rakocevic, el último gran killer de origen balcánico de que ha dispuesto el equipo vitoriano.

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Ambientazo en el Baskonia - Fenerbahçe (¡Búscate en la grada!) Jorge Muñoz

Marinkovic, que durante el pasado mercado estival tuvo pie y medio fuera de la disciplina baskonista, está marcando las diferencias en esta campaña a través de unas actuaciones decisivas. La confianza mostrada por Peñarroya ha dado alas a un exterior que contagió al Buesa Arena de su espíritu guerrero y que propició un triunfo decisivo para que el Baskonia se gane el derecho a colarse entre los ocho mejores. 

El serbio tuvo su noche soñada el mismo día en el que se convirtió en centenario en la Euroliga. Firmó su récord de triples en la máxima competición continental (6/9) y se echó el equipo a las espaldas en un duelo en el que el Baskonia estuvo necesitado de puntos por el aciago papel de Howard, que erró sus nueve tiros. El de Belgrado definitivamente ha dado un paso al frente en su carrera. Lucha por cada posesión como si fuera la última, no ahorra energías en ningún instante y este carácter es suficiente para que el Buesa Arena se rindiera esta vez a sus pies.

La acción que mejor define el esfuerzo de Vanja fue, precisamente, una en la que se tiró al suelo para tratar de rescatar un balón que cualquiera habría dado por perdido. La afición baskonista, conocedora de las dificultades que tuvo que superar Vanja durante su primer año en Vitoria, reconoció el inconmensurable trabajo del serbio y coreó su nombre con un atronador “¡MVP, MVP!”.

Imparable y desatado

Con 35 puntos en la media hora que disputó, Marinkovic firmó su máxima cifra anotadora en un duelo de Euroliga. Mediado el tercer cuarto el partido tuvo un punto de inflexión, y ese resurgir baskonista fue generado por un Vanja volcánico. El francotirador de Belgrado aniquiló el aro otomano y vivió una noche soñada ante su afición. 

Además de su aportación anotadora, Marinkovic mostró su polivalencia cuando el Baskonia más lo necesitaba. Sustituyó a Howard y Thompson cuando ambos tuvieron que tomar aire. El serbio asumió galones en la dirección de juego y ofreció acciones memorables como varias entradas sin antídoto por parte de la defensa turca.

El Baskonia dio un golpe sobre la mesa tras una victoria lograda con sudor y sangre ante un coloso del Viejo Continente. Todo el equipo bajó al barro para superar la exigencia física de un Fenerbahce que se vino abajo tras la reacción baskonista. Los guerreros de Peñarroya no dejaron de creer en sus posibilidades y en cuanto encontraron su ritmo en ataque, el Buesa Arena volvió a disfrutar de una atmósfera que merece alcanzar los play off.