Darius Thompson abandonaba la pista a falta de 2:32 minutos para el final del tercer cuarto con gesto contrariado. Frustrado tras su más que discreto partido hasta entonces. No estaba siendo su día. Una falta en ataque ante Alberto Díaz segundos antes le sacó de sus casillas. Se le veía desesperado. Sus números así lo confirmaban. 

El base estadounidense había jugado en esos tres primeros cuartos casi 18 minutos y tan solo llevaba dos puntos en su casillero tras una mala tarde. Tan solo había anotado uno de sus tres intentos de dos y no había mirado más a canasta. Desaparecido. Sin protagonismo. Tampoco en la dirección, algo que acusó el equipo.

El director de juego norteamericano llevaba hasta ese momento tan solo dos asistenciass. Poco. Muy, muy poco para un jugador de su calidad, que encima ya había cometido tres perdidas. Discreto. Más de la cuenta. Su -2 en la estadística dejaban claro que Darius Thompson estaba viviendo una tarde de lo más aciaga en Málaga.

Thompson hace una falta en ataque al final del tercer cuarto a Alberto Díaz que le llevó al banquillo Carlos Diaz Martin

Dos triples en 48 segundos

Sin embargo, el base azulgrana despertó a tiempo. Su final de partido fue soberbio. Apareció Thompson al rescate cuando el equipo más le necesitaba. El director de juego azulgrana destapó el tarro de las esencias en los momentos calientes. 

Su entrada en pista fue clave en la remontada. Con 64-61 a falta de cinco minutos anota el triple que permite igualar un partido que se había puesto muy cuesta arriba. Poco después volvería a anotar de nuevo desde los 6,75 metros para poner a su equipo tres arriba. 

Sus últimos cinco minutos fueron para enmarcar. Dirección notable, control de juego y apariciones clave para anotar cuando el equipo le necesitaba

Thompson llevaba tan solo 48 segundos en pista y ya había anotado seis puntos, el triple de lo conseguido en los 18 minutos anteriores. Sus últimos cinco minutos fueron para enmarcar. Dirección notable, control de juego y apariciones clave para anotar cuando el equipo le necesitaba. Sus estadísticas en esos poco más de cinco minutos que estuvo en pista demuestran su importancia en el tramo final del partido.

El base anotó 9 puntos con un pleno en triple (2/2) y acabó con seis de valoración. El director de juego azulgrana acabaría con 15 puntos tras añadir otros cuatro en la prórroga con unos más que notables porcentajes 44% (4/9) en tiros de dos y 50% (2/4) en triples. Mariscal Thompson. Su mejoría coincidió con la del equipo.

Un equipo más centrado

El Baskonia limitó sus pérdidas de forma notable. Y es que al descanso ya llevaba 10 y tras 45 minutos acabó con 14. 4 balones perdidos en 25 minutos frente a los 10 en los primeros 20. Más control. Sólidos y con criterio. Un equipo que funcionaba más como bloque. 

Ahí Thompson y Heidegger jugaron un papel determinante en la prórroga. El recién llegado demostró su capacidad para anotar dos triples lejanos.

El jugador con pasaporte israelí se encargó de poner la puntilla en el tiempo extra en el que fue su mejor partido como azulgrana: 18 puntos, con 60% en tiros de 2 (3/5) y 50& en triples (3/6) y 12 de valoración.