Sin el brillo y la épica del choque contra el Efes del pasado viernes, pero con mucho oficio y un sensacional Marinkovic, el Baskonia logró un importante triunfo en una cancha siempre complicada como la del UCAM, que vendió cara su derrota y obligó a los vitorianos a utilizar a todos sus jugadores y no escatimar en esfuerzos hasta el final. La lesión de Howard, que podría perderse también el choque contra el Armani, fue la peor noticia de una tarde en la que los gasteiztarras cumplieron con su cometido tras desfondarse físicamente dos días atrás.
El choque, en el que Peñarroya alineó de inicio un quinteto poco habitual con Marinkovic de base acompañado por Howard, el recuperado Sedekerskis, Costello y Enoch, empezó de la peor manera posible para los azulgranas, que perdieron a Howard a los tres minutos de juego por una lesión en el tobillo después de que se le torciera al pisar a Davis.
Afortunadamente, Marinkovic, en su mejor actuación anotadora en ACB y con un excelente trabajo en el puesto de base, hizo que su ausencia no se notara en exceso. Entre él y Enoch anotaron los primeros 16 tantos del Baskonia, que a los seis minutos de juego se situó con una ventaja de siete puntos, logrando contener bien a los jugadores locales, con excepción de Anderson. En los últimos minutos del primer cuarto el duelo se volvió más atrancado, el Baskonia perdió contundencia bajo el aro con Costello en el banquillo y el UCAM logró reducir distancias al cierre del primer parcial (19-23).
En la reanudación, el conjunto local aumentó su intensidad defensiva y puso en mayores dificultades a los gasteiztarras, a quienes les costó más encontrar canastas fáciles en sistemas y tuvieron que encomendarse al acierto de sus exteriores desde el perímetro. Thompson y McFadden se fueron intercambiando golpes hasta que regresó a la cancha el inspirado Marinkovic para estirar la brecha hasta los seis tantos con un triple (25-31).
El UCAM, eso sí, respondió con un parcial de 8-0 en el que el exbaskonista Ilimane Diop fue protagonista tanto por sus cinco tantos como por su trabajo bajo los tableros e incluso un roce con Marinkovic. El escolta serbio sumó cinco puntos más para marcharse al descanso con un total de 18 y Hommes, recién ingresado al parqué, se sumó a la fiesta del triple para mantener a los alaveses al frente (36-41).
Sin tregua hasta el final
Al regreso de vestuarios, Peñarroya realizó ajustes en el quinteto al introducir a Giedraitis por primera vez en el encuentro acompañado por Marinkovic, Kurucs, Hommes y Enoch. Sin embargo, siguió siendo Marinkovic el encargado de llevar el peso anotador del equipo y tras completar una acción de canasta y tiro libre adicional pudo poner a su equipo ocho puntos por delante, pero se quiso gustar y su mate salió escupido por el aro. Trice aprovechó para acercar al UCAM con un triple, pero cada intento de los locales de acercarse, con un acertado Luther, se encontró con la respuesta de Kurucs y Giedraitis desde el triple. El ingreso de Kotsar dotó de algo más de equilibrio al ataque azulgrana, con puntos por dentro que permitieron al Baskonia alcanzar los dobles dígitos de ventaja, que terminaron siendo siete al final del cuerto con la irrupción de McFadden (56-63), dejando aún todo abierto para los últimos diez minutos de juego.
En el arranque del cuarto decisivo, los de Peñarroya siguieron incidiendo por dentro encontrando a Kotsar y a Costello, que se encargó de elevar la ventaja visitante de nuevo por encima de los diez puntos con un mate que ponía el choque muy cuesta arriba para los locales (60-71). El UCAM, con esa resiliencia que caracteriza a los de Sito Alonso, siguió creyendo en la remontada y se aferró como a un clavo ardiendo al acierto exterior de McFadden, que anotó tres triples consecutivos para su equipo. Se llegaron a situar a seis puntos con el 69-75, pero no lograron contener la anotación del Baskonia, que con el 71-82, obra, cómo no, de Marinkovic, logró encarrilar el triunfo a menos de tres minutos del final.
Una serie de errores azulgranas, unidos a varias decisiones arbitrales excesivamente rigurosas, provocaron que el cuadro gasteiztarra aún tuviera que sudar un poco más en los compases finales, pero terminó llevándose el triunfo por 80-87, Ahora toca reponer fuerzas, ya que el calendario no da tregua y el martes espera el Armani Milán.
