REAL MADRID Alocén (5), Causeur (18), Deck (18), Thompkins (6), Tavares (6) -quinteto inicial-, Carroll (11), Rudy (5), Abalde, Tyus (3), Laprovittola (2), Garuba y Llull (11).

TENERIFE Fitipaldo (13), Salin (3), Cavanaugh (8), Guerra (15), Doomerkamp (8) -quinteto inicial-, Yusta, Huertas (22), Rodríguez, Shermadini (1), Butterfields (3) y Sulejmanovic (6).

Parciales 19-23, 21-23, 25-16; 20-17.

Árbitros Peruga, Perea y Padrós. Fabien Causeur y Aaron Doornekamp fueron eliminados por cinco personales en el minuto 40.

Pabellón WiZink Center.

- El Real Madrid se clasificó ayer con apuros para la final de la Copa del Rey tras vencer al Tenerife por 85-79 en un partido que el equipo canario dominó los primeros 28 minutos y en el que la actuación de Fabien Causeur y Gabriel Deck, ambos con 18 puntos, resultó fundamental.

El conjunto blanco, que llegó a perder por 18 puntos en el segundo cuarto, logró salvar la papeleta frente a un Tenerife que volvió a caer en semifinales, su muro histórico en la Copa, pese a un sobresaliente Marcelinho Huertas y con Giorgi Shermadini desaparecido en combate.

A golpe de triple saltó el aspirante al partido, con Bruno Fitipaldo y Aaron Doonerkamp como primeros francotiradores. Fran Guerra también contribuyó con un dos más uno tras superar a Tavares.

La energía de los insulares en el juego de ataque y defensa, no fue bien asimilada por un Real Madrid un tanto contemplativo en defensa y sin un ataque decisivo. Con la salida de Huertas y Shermadini, el Tenerife dio un pasito más, lo que le permitió cerrar el primer acto con ventaja, 19-23. En el segundo cuarto, el triple canario volvió a tomar protagonismo con dos de Cavanaugh y dos de Fitipaldo para cerrar un parcial de 3-16 en los primeros cinco minutos, momento en el que Pablo Laso decidió poner fin a esa dinámica forzando una técnica.

El 22-40 fue la máxima renta del Tenerife y el punto de inflexión del Madrid. Llull fue el que comenzó la remontada con dos canastas directas, como había solicitado su entrenador. Atacando directamente el aro a la primera ocasión, sin buscar jugadas elaboradas, el Madrid comenzó a anotar. También subió el nivel defensivo y las tornas se cambiaron, consiguiendo el Madrid un parcial de 15-4 en los cuatro minutos posteriores a la técnica del vitoriano.

Del desastre madridista que vaticinaban esos 18 puntos de desventaja se pasó a un 40-46 al final de los primeros 20 minutos de juego. Pese a salir más concienciado de la necesidad de aumentar su eficacia defensiva, la buena organización en ataque del Lenovo Tenerife y su eficacia hicieron que la ventaja volviera a aumentar hasta un 46-55.

Txus Vidorreta volvió a calcar el plan de partido de la primera parte, dando entrada en ese momento a Huertas y Shermadini. El Madrid, a trancas y barrancas, con esfuerzo, comenzó a reducir diferencias (55-59) y se puso por primera vez en todo el partido arriba en el marcador (61-59) tras una cabalgada de Causeur. El parcial en los últimos tres minutos del tercer cuarto fue de 10-2, lo que permitió al conjunto merengue cerrarlo con 65-62.

El escolta galo y Deck tomaron entonces el mando de la situación y el Madrid adquirió una renta importante de siete puntos (79-72) que ya no desaprovechó.