- El mes de julio todavía no ha llegado a su fin y, al contrario de lo que suele ser norma habitual en los despachos del Buesa Arena, el Baskonia tiene prácticamente configurada una plantilla para la que tan solo restan algunos leves retoques. En concreto, queda por llegar un exterior más que brinde puntos y amenaza al perímetro, concretar si la plaza de Zoran Dragic es cubierta por algún otro fichaje en el caso de que el esloveno termine desestimando la propuesta de renovación y también definir el futuro de Miguel González, que perfectamente podría foguearse lejos de Vitoria la próxima temporada en busca de los imprescindibles minutos que le han faltado hasta ahora durante su periplo en Vitoria.
Es decir, sin contar al guerrero balcánico -reticente a dar el sí definitivo a la oferta trasladada por el club- ni al canterano vallisoletano, el Baskonia ya cuenta con doce fichas profesionales para dar la réplica a cualquier equipo tanto en la Liga ACB como la Euroliga. Dusko Ivanovic dispone en estos instantes de dos bases (Pierria Henry y Luca Vildoza), dos combos(Khadeen Carrington y Arturs Kurucs), dos aleros (Rokas Giedraitis y Sander Raieste), tres cuatros (Alec Peters, Achille Polonara y Tadas Sedekerskis) y tres cincos(Ilimane Diop, Tonye Jekiri y Youssoupha Fall). Un grupo extremadamente joven y polivalente en el que casi todos los jugadores tienen la virtud de ocupar distintas posiciones sobre la cancha.
Sin embargo, todavía hay trabajo en los despachos del Buesa Arena. Como mínimo, llegará un jugador más, tal y como reveló Josean Querejeta durante la presentación del acuerdo con TD Systems para que la empresa madrileña dé nombre a partir de ahora al equipo vitoriano como principal patrocinador. La plantilla azulgrana estará conformada, al menos, por trece efectivos. El número imprescindible para afrontar los no menos de 70 partidos oficiales que esperan la próxima temporada entre todas las competiciones. Uno de Supercopa, 34 de ACB y de Euroliga, a los que habría que añadir los del play off por el título liguero, la Copa del Rey y el Top 8. Una auténtica barbaridad que obliga al Baskonia a apostar por un equipo largo y una profundidad de banquillo lo suficientemente importante para mantener la frescura.
Podrían, eso sí, ser catorce si Zoran Dragic termina renovando -algo que está por ver apreciadas las importantes diferencias económicas que separan a ambas partes para cerrar su continuidad- o si Miguel González sigue a las órdenes de Ivanovic, un entrenador que siempre se ha sentido más cómodo manejando una rotación de, a lo sumo, diez hombres. El último ejemplo de ello se produjo en la reciente fase final de la ACB en Valencia, donde el montenegrino no utilizó todos los recursos de los que disponía a su alcance y apenas recurrió al undécimo y duodécimo jugador.
Al Baskonia se le originará, por tanto, el inconveniente de tener que sacrificar todas las jornadas a nivel doméstico a uno de los nueve jugadores no cupos de formación que integrarán su roster. En el caso de que renueve Dragic y haya catorce baloncestistas en nómina, tocaría efectuar dos descartes.
El renovado Diop y los jóvenes Kurucs, Tadas y Raieste deberán integrar todas las convocatorias, de ahí que el descarte deberá ser una pieza con un indudable peso específico en los esquemas de Ivanovic. El sacrificado saldrá de la lista que integran los estadounidenses Henry y Peters, los cotonou Carrington y Jekiri, y los comunitarios FIBA Vildoza, Giedraitis, Polonara o Fall. El nuevo fichaje que está por aterrizar, sea cual sea su nacionalidad, también estará nominado para descansar algún fin de semana en la Liga ACB, donde eso sí muchos partidos de guante blanco pueden resultar propicios para que Ivanovic dosifique a sus piezas más desgastadas.
En la Euroliga no hay restricciones de ningún tipo en cuanto al DNI de procedencia de los jugadores y, por lo tanto, los llamados a tomarse un respiro serán casi seguro los jóvenes. Un escenario que, en cualquier caso, será cambiante en función de las posibles lesiones, tal y como quedó comprobado la pasada temporada. Todos los planteamientos del Baskonia de contar con un grupo largo saltaron por los aires a las primeras de cambio con la lesión de Granger, un jugador muy difícil de sustituir al ser cupo. Más tarde también quedó fuera de combate Garino, por lo que no hubo excesivos problemas a la hora de realizar las convocatorias. En el futuro, Ivanovic tendrá que romperse la cabeza si no se repite este mal fario.
Diop, Kurucs, Sedekerskis y Raieste son fijos en el frente doméstico; el descarte en la Euroliga será casi siempre algún jugador báltico
Si el esloveno termina renovando y la plantilla se va a catorce efectivos, el montenegrino deberá prescindir de dos piezas