“Somos afortunadas porque las primeras opciones para el proyecto han dicho que sí”
Una temporada más, Made Urieta será la encargada de llevar a buen puerto el barco de un Araski que ha dejado una grata impresión durante la reciente pretemporada
Madelén Urieta afronta este curso con energías renovadas y la esperanza de vivir una temporada con menos sufrimiento que la anterior. La entrenadora alavesa se muestra satisfecha al haber podido confeccionar una plantilla con diez fichas. Una situación que le permitirá afrontar con mayores garantías una competición cada día más dura.
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¿Se imaginó cuando empezó el proyecto que el Araski llevaría diez años en la élite?
Es algo que me dicen y aún no me lo creo. Llevamos una década de vida y somos un club relativamente joven porque nacimos hace 13 años y de todos esos llevar diez en la máxima categoría creo que es un bonito resumen. Se dice pronto.
¿Cómo analiza todo este tiempo?
La LF se ha convertido en la mejor de Europa. Es verdad que la liga francesa es muy buena, pero a nivel de partidos hay muchos que son de paso, es decir que los equipos de la zona alta ganan con solvencia a los que están en la parte baja de la clasificación. En cambio, aquí en todas las jornadas tenemos alguna que otra sorpresa y eso quiere decir que existe mucha competitividad y que no está claro nunca quién va a descender o quién va a ganar la competición. Este año hay tres equipos que están por encima del resto y la liga está más igualada que otros años, pero también hay menos jugadoras de súper talento como había antes.
¿La WNBA está haciendo mucho daño a Europa?
Es cierto que antes había estrellas de la WNBA y ahora con la nueva normativa de los Training Cup no pueden venir porque se pierden el final de la temporada de los equipos de arriba. Aunque como digo, el nivel medio de la liga es mucho más alto y eso hace que todo se iguale.
Eso ya se vivió en la liga el año pasado con el caso del Girona…
Sí, tuvieron varias jugadoras que no pudieron jugar los play off porque tuvieron que marcharse a Estados Unidos. Este año pasa lo mismo porque hay equipos que tienen firmado por contrato que una vez que llegan a unas semifinales o a una final, o si son campeones de liga regular, se podrían ir a jugar la WNBA. En ese sentido, los contratos han cambiado y hay jugadoras que sabes que no van a estar a final de temporada y eso desvirtúa un poco la competición, pero también las puedes disfrutar durante el año.
En la parte baja de la clasificación también se desvirtúa la competición cuando equipos que logran la salvación de forma matemática cortan a sus mejores jugadoras.
Totalmente. Al final, estás jugando con diferentes situaciones porque hay partidos que un rival quizá podría ganar de una forma más sencilla con toda la plantilla, pero luego lo pierden. Sin embargo, ahí no nos podemos meter en cómo funciona cada club. A mí sí que me gusta mantener esa profesionalidad del equipo hasta el último día y competir con todo hasta el final.
¿Cuando nació el proyecto Araski imaginaba todo lo que han vivido?
Para nada y es algo increíble. Tenemos para escribir uno o varios libros, casi una trilogía. Es muy bonito todo lo que hemos vivido, aunque también ha sido duro por momentos y hemos aprendido mucho de cómo es la gestión de un club profesional en toda su estructura. Se han vivido experiencias increíbles tanto en lo personal como en lo directivo y también hemos tenido momentos duros con situaciones de lesiones, visados que no llegan, rescisiones de contrato que no quieres, o incluso situaciones adversas de disciplina en algunas jugadoras.
"Al acabar la campaña pasada logrando la salvación in extremis, pensé que quizá no iba a haber jugadoras que vinieran al equipo por no sufrir, pero me he encontrado lo contrario"
¿Cuál es el siguiente paso que deben dar para seguir creciendo?
Una de las claves es profesionalizar más la estructura del club. Es necesario tener un general manager, un director deportivo, o una estructura más sólida con gente trabajando por y para el club. Incluso una persona que se encargue del marketing y no como ahora, que es un poco entre todos. En ese sentido, este año hemos dado un buen paso con una plantilla de 10 jugadoras de nivel que forman el roster del primer equipo. Porque si miramos hacia atrás en las últimas tres temporadas éramos una plantilla de ocho y creo que el tener ya 10 piezas disponibles para el primer equipo es importante. Aunque ojalá pudiéramos tener una plantilla de 11 ó 12 jugadoras como el resto.
Tan solo continúan dos jugadoras (Hill y Brotons). Revolución total.
Estamos hablando de que el 80% de la plantilla es nueva. Hemos rejuvenecido mucho el equipo con los pros y contras que eso tiene. Para mí, son más elementos positivos que negativos, pero es cierto que habrá momentos de dudas por esa falta de experiencia. Aún así y en resumen, tenemos que estar contentos porque hay un balance de veteranía, conocimiento de la liga y de juventud que hace que sea muy interesante el planteamiento del equipo. Tendremos que hacernos fuertes dentro de ese desconocimiento de las jóvenes de lo que significa esa presión para convertirlo en valentía, y también ser caraduras para que se vean capaces de competir contra cualquiera.
El proyecto se reinicia, pero también es cierto que el club tiende a hacer proyectos de dos o tres años.
Siempre hemos sido un equipo un poco trampolín, donde han venido jugadoras jóvenes y luego se han catapultado a clubes más altos como Atkinson, Raquel Carrera o Txell Alarcón, que son jugadoras proyecto de la FEB, y que vienen aquí a seguir creciendo y luego irse a proyectos superiores. También han venido baloncestistas que terminan aquí su carrera. Esto también habla bien del proyecto porque ellas saben que este es un sitio donde pueden crecer como jugadoras y evolucionar, y así el día de mañana aspirar a más. Nos va bien ese formato porque hay jugadoras interesantes que vienen aquí cobrando menos dinero que en otros proyectos porque saben que así pueden tener aspiraciones mejores en el futuro.
¿Cómo se ha logrado ese paso de contar con diez jugadores?
Tengo que decir que el presupuesto es igual que el del año pasado, pero con una jugadora más, y eso es gracias a que las cosas han salido bien en el verano y las primeras opciones han salido adelante. Hay que tener en cuenta que a veces tú intentas fichar y te dicen que no y entonces tienes que ir a la lista y ver las siguientes opciones, la B, C, D o incluso a la número 72. Entonces, hay años que son mejores y otros peores.
Puesta de largo del nuevo Araski
¿Ha tocado alguna tecla diferente para que haya salido mejor?
Al acabar la campaña pasada logrando la salvación in extremis, pensé que quizá no iba a haber jugadoras que vinieran al equipo por no sufrir, pero me he encontrado lo contrario. Así como el año pasado siendo un equipo sólido en la liga, pensé que sería más fácil, fue todo lo contrario y fuimos a opciones muy lejanas en la lista. Nunca sabes lo que vas a encontrarte y este año hemos tenido suerte de que las jugadoras que teníamos en mente para nuestro proyecto como primeras opciones dijeran que sí. Por ejemplo, Sami Hill que teníamos claro que queríamos que continuase, dijo que sí o Dominique Toussaint, que es una jugadora increíble, aceptó venir a Araski. Y todo eso hace que sea más fácil construir un equipo.
Hablando de Sami Hill, ¿le resultó muy difícil convencerla?
Cuando acaban las temporadas, los aficionados te hacen su carta del Olentzero. En muchas de ellas aparecía que continuase Sami Hill y yo tenía claro el por qué. Ella es una jugadora ejemplar, que siempre quieres tener en tu equipo. Siente que puede hacer algo más aquí y yo siento que ella puede hacer algo más con el equipo y el club. Y ojalá lo consigamos porque ella se lo merece por cómo es y cómo trabaja. Sami es una de las jugadoras más profesionales que he tenido la suerte de entrenar. El día a día con ella es fabuloso y que sea una de las capitanas es muy importante.
“Vamos a ser seguramente el equipo más rápido y físico que se ha visto en estas diez temporadas”
¿Considera que esta plantilla es de las más completas que ha tenido?
Otros años no conseguimos tener dos jugadoras por posición y este año sí, e incluso en algún puesto tres. Entonces, eso ya te hace tener una versatilidad y un equilibrio mucho mayor, lo cual es muy importante en esta liga. Estamos hablando de que puedes exigir mucho más en los partidos y en los entrenamientos y puedes apretar más a las jugadoras. De esta manera, las profesionales también sienten que tienen a alguien en el banquillo deseando salir y eso genera competitividad y hace que todo el mundo apriete más y el nivel suba.
¿Qué destacaría de la plantilla?
El tener una referencia interior como Quinn equilibra el juego interior del equipo, algo que hemos echado de menos en los últimos años. El tener tres bases me hace sentirme afortunada, ya que Dembele es una base más pura, pero luego tengo a Lotta y a Sami que pueden intercambiar la posición del uno y del dos e incluso puedo jugar con tres pequeñas en pista. Entonces, todo eso te da un equilibrio, versatilidad y polivalencia y un plan estratégico para el partido que si lo conseguimos llevar a buen puerto podemos ser un equipo peleón.
¿Qué sensaciones le ha dejado la pretemporada?
Una de las claves que tenemos como grupo es nuestro margen de mejora y que cuando podamos entrenar el grupo al completo vamos a crecer mucho. También creo que cuando las jóvenes se adapten a la liga el grupo lo va a notar. En cuanto a la pretemporada ha sido algo irregular, pero casi siempre lo son, y ahora tenemos que conseguir alargar los minutos de calidad del equipo y no tener esos bajones donde los otros equipos nos pueden hacer daño. Además, tenemos un inicio de temporada complicado, así que necesitamos estar con plena concentración.
¿Qué estilo de juego ofrecerán?
Ya se está viendo en los partidos de pretemporada que estamos haciendo 10 ó 12 tiros más e incluso 15 posesiones más por partido que la temporada pasada a estas alturas. Y eso que el equipo todavía no está bien físicamente porque aún nos queda mucho por crecer a nivel de conexiones. Vamos a ver seguramente al equipo más rápido que ha habido en Araski en estas diez temporadas. También el más físico y ojalá eso nos lleve a ganar partidos. Está claro que la liga cada vez es más física y necesitas músculo y jugadoras atléticas, y este año las tenemos.
Si pudiera pedir un deseo para este año, sería…
Partido a partido y llenar Mendi. La temporada pasada fue tremendamente dura y eso que durante el año no lo sentí así porque estuve metida en ese día a día y fui a muerte cada entrenamiento y partido. Al final, estás como un soldado trabajando duro. Sin embargo, en cuanto acabó la temporada, me dio un bajón increíble y me puse enferma, y estuve una semana bastante fastidiada sin poder salir de casa. Ojalá no tengamos que sufrir tanto porque eso querrá decir que hemos ganado más partidos y hemos podido regalarle a nuestra afición el baile del flying free muchas veces.
¿Está más ilusionada que otras temporadas con el equipo?
Siempre estoy con la misma ilusión, las mismas ganas y la misma energía. El día que no esté así y que no me lo notéis en una entrevista me lo tendréis que decir porque ese será el momento en el que tenga que dejar de entrenar. Es verdad que este año tengo más energía, pero es porque ha sido un verano en el que he podido descansar más que otros años. He tenido tiempo para mí, mi familia y mi gente y he podido desconectar y al mismo tiempo formarme. Por ejemplo, he tenido la suerte de estar en una concentración corta con la selección U17 como seleccionadora. En definitiva, he podido tener un poco de todo y ese equilibrio de descanso y trabajo ha sido importantísimo a nivel mental. Estoy muy fresca y eso hace que también pueda contagiar más energía a mis jugadoras y eso es muy importante.