Los mercados de fichajes siempre traen muchas preguntas sin respuesta. Una de ellas, relacionada con la ventana vigente, tiene que ver con el futuro de Abdel Abqar.
Pese a que se convirtió en agente libre hace ya más de dos semanas, finalizado su vínculo con el Deportivo Alavés, todavía ningún club ha anunciado su fichaje. Algo extraño para quien se presuponía como una de las piezas más apetecibles de este verano, dentro de su nivel.
Y resulta más llamativo cuando los otros dos futbolistas que también concluían su contrato con el club albiazul el pasado 30 de junio ya han encontrado destino.
El primero en hacerlo fue Kike García, anunciando su incorporación al Espanyol antes, incluso, de la fecha oficial. Un movimiento que dolió a la afición alavesista, pues el manchego había sido fundamental en la permanencia, pero que se entendió en términos económicos.
Más lejos, a Irán, se ha marchado Aleksandar Sedlar. Aunque tenía opciones para seguir en el fútbol español –varios equipos de LaLiga Hypermotion habían mostrado interés por sus servicios–, el defensor serbio ha optado por emprender una experiencia exótica en las filas del Tractor FC, vigente campeón. De nuevo, lo que más ha pesado en la negociación ha sido la oferta material, siendo muy superior la de la entidad de Tabriz.
La opción de Arabia Saudí
Volviendo con Abqar, lo cierto es que todo apuntaba a que su decisión no iba a dilatarse tanto. Las dos propuestas que mayor ruido hicieron fueron las del Real Betis y el Sevilla, siendo ambas interesantes para subir otro escalón, especialmente la primera de ellas.
Sin embargo, los ecos de la capital andaluza han ido perdiendo fuerza en las últimas semanas. Y ahora es una gran incógnita cuál será finalmente el destino del marroquí.
No puede descartarse, eso sí, que el exalbiazul ponga rumbo a Arabia Saudí, desde donde también le han tentado. Este no sería un movimiento demasiado interesante a nivel deportivo, pero sí económico.
Además, siempre existe la opción de volver al fútbol europeo, como han hecho tantos jugadores desde que empezó el éxodo de estrellas a la Saudi Pro League, siendo Cristiano Ronaldo el principal representante de la misma.
La realidad es que propuestas seguro que no le están faltando encima de la mesa, pero el tiempo corre. Cuanto más tarde en decidirse, más puertas se le cerrarán, dado que los clubes siempre buscan acordar la mayor parte de sus refuerzos al principio de la pretemporada, facilitando así la adaptación.
Algo de lo que Abqar seguro es consciente, pero en lo que poco puede hacer si la palabra en las negociaciones la tiene su agente. Este último (Anass Ouzifi), cabe recordar, aseguró el pasado mes de octubre que el marroquí renovaría con el Deportivo Alavés.
Ese había sido su deseo en todo momento y la idea era acordar la ampliación del contrato lo antes posible. Palabras vacías, claro. Aunque, según lo que dijo, las negociaciones estaban en su parte final, a punto de firmar, no se volvió a hablar del tema. Y los meses fueron pasando sin noticias positivas en ese sentido.
De todas formas, si bien dónde acabará es casi impredecible por lo que ya se ha comentado, nadie niega que el exbabazorro alberga cualidades de sobra para competir en la élite. Además, todavía tiene tiempo para crecer y perfeccionar aquellos aspectos en los que no brilla tanto, como puede ser la salida de balón. Va bien al cruce, su físico es privilegiado y sabe como nadie cómo incordiar y desesperar a los atacantes rivales.
97 partidos como albiazul
Abqar, de 25 años y natural de Settat, llegó a Mendizorroza en el verano del 2020, procedente del Málaga. Allí, en suelo boquerón, había sido una pieza importante del filial blanquiazul, logrando el ascenso a Segunda B y debutando con el primer equipo en la categoría de plata. Desde que aterrizó en Vitoria-Gasteiz, el central marroquí defendió la elástica albiazul en 97 ocasiones, 56 de ellas en Primera División.
Fue siempre indiscutible en la máxima categoría, tanto para Luis García Plaza como para Eduardo Coudet, y solo le apartó de las alineaciones la lesión sufrida durante el pasado mes de abril.
Afortunadamente, su baja estuvo bien cubierta por Facundo Garcés, que dio un paso al frente, demostrando por qué había esperado tanto el Alavés por él, y siendo fundamental en la recta final para acabar logrando la permanencia.