Aliviado a la vez que feliz. Así compareció Eduardo Coudet ayer en la sala de prensa del José Zorrilla. Toda la tensión acumulada en los últimos meses se evaporó para dar paso a la fiesta. Celebración por todo lo alto tras consumar el reto para el que se le contrató a comienzos del pasado mes de diciembre. “Lo vivo de manera enérgica, pero veía bien al grupo. La gente del club estaba con confianza y tengo que resaltar la actitud que han tenido conmigo Josean y Sergio, quien nunca han dudado de mí”, subrayó el entrenador albiazul.
Del partido apuntó que “sabíamos que no iba a ser fácil. Si no encontrábamos el segundo gol los últimos minutos nos iba a tocar sufrir. Al inicio del segundo tiempo hemos podido marcar el segundo y al final no podía sacar las líneas para adelante”.
Coudet se marchó satisfecho en líneas generales con lo que vio de su equipo ante un rival ya descendido. “Hicimos sesenta minutos buenos y al final había que sufrir”.
De las emociones vividas a lo largo de estas semanas, el técnico argentino expresó que “he sido campeón como jugador y como entrenador. Es la primera vez que peleo por el descenso como entrenador. Ha sido muy al borde, pero tenía la tranquilidad que lo íbamos a sacar adelante. No pensé que fuera a ser tan duro. El grupo trabaja muy bien”, destacó el preparador albiazul, quien reconoció que la irregularidad como local le ha penalizado más de los pensado. “En ese sentido me ha tocado más de un palazo, pero estaba seguro de que lográbamos el objetivo”, precisó.
Por eso también quiso agradecer el apoyo del público, desplazado una vez más en un número importante hasta Valladolid. “Siempre han estado ahí y en casa qué decir. Que lo disfruten”, deseó el máximo responsable técnico del Deportivo Alavés.
Coudet evidenció durante algunos momentos falta de empatía con la grada y ayer se le preguntó si iba a seguir el año que viene sentado en el banquillo de Mendizorroza. Echó balones fuera. “En un momento de felicidad no es momento de hablar de mí. Hoy es disfrutar y relajar un poco. Esa pregunta la dejamos para cuando termine la temporada. Sigo pensando en la semana que nos queda, porque queremos cerrar de la mejor forma el curso”, apostilló el todavía técnico albiazul.
Encuentro con Querejeta
En hasta cuatro ocasiones manifestó su convencimiento de que el objetivo iba a conseguirse a pesar de algunos reveses sufridos. “Hemos perdido algunos encuentros sin merecerlo e incluso algunos en el tiempo de descuento. Nunca dudé. Para mí venir aquí era abrir una puerta y si me sacaban no podía decir nada –en alusión a lo comentado el día del Espanyol–, pero Josean vino a mi casa a preguntarme cómo estaba yo y le respondí que el Alavés no se iba, que lo salvábamos. Entonces me contestó que para adelante”, desveló Eduardo Coudet.
Y es que durante los primeros duelos como local con él en el banquillo desde la grada se siguió recordando la figura de su antecesor y todo se volvió por momentos más complicado si cabe, pero el argentino siguió trabajando. “Incluso en las derrotas no me gusta dar descanso los lunes, son interminables”, apostilló. Seguro que el de hoy es muy distinto a esos otros que ha padecido durante estos meses.
Luego le tocará pensar en el último compromiso del curso ante el Osasuna y sin presión alguna. Por eso la tensión de su cara en anteriores comparecencias se tornó ayer en numerosas sonrisas