Hace casi tres meses, Óscar de Marcos anunció que colgaría las botas al final de la vigente temporada. Una noticia que no supuso ninguna sorpresa como tal, pero que no por ello fue fácil de asimilar para la afición bilbaína. Desde ese mismo instante, cada día sería una cuenta atrás para despedir a quien, durante 16 cursos, había defendido a gran nivel su camiseta, convirtiéndose en el segundo jugador con más partidos de su historia. 

Que De Marcos diga adiós al fútbol en pocas semanas significa también que, el de este domingo, será su último cara a cara con el club que le vio nacer: el Deportivo Alavés. El de Laguardia se formó en las categorías inferiores del conjunto albiazul y fue subiendo escalones hasta llegar al primer equipo. Fue en la campaña 2008-09 cuando José María Salmerón le hizo debutar como babazorro, en un duelo ante el Tenerife en Mendizorroza.

De Marcos celebra el primero de sus tres goles como albiazul.

El técnico almeriense fue despedido tras esa jornada, pero De Marcos no volvería atrás. Tanto Manix Mandiola, de paso efímero, como Javi López darían confianza a la joya de Ibaia. Y 20 partidos, diez de ellos como titular, disputó como extremo el alavés, con 19 años por aquel entonces. El desenlace del curso, eso sí, no fue positivo para el Glorioso: después la heroica salvación del ejercicio anterior, se consumó el descenso a Segunda B.

Esto último, sin embargo, no lastró en absoluto a De Marcos. Y con razón. Pese a su inexperiencia, el de Laguardia fue de los más destacados en la exigente división de plata. Su valentía y cualidades físicas para buscar y salir vencedor de los uno para uno fueron durante varios partidos el único arma del equipo en ataque. Además, demostró tener gol: marcó tres tantos, uno al Celta y otros dos al Alicante. Había talento en sus botas.

RUMBO AL ATHLETIC

Y el Athletic lo supo ver. Ese mismo verano, aprovechando los muchos problemas económicos del Alavés, el club bilbaíno se llevó a De Marcos por menos de 400.000 euros. Una cifra que, en vista de lo que ha hecho el canterano albiazul en San Mamés, es seguro una de las inversiones más rentables de la historia zurigorri. Ahora bien, en ese traspaso también ayudó que el propio futbolista siempre se había sentido león y no babazorro.

A partir de ahí, como se ha comentado, 16 temporadas con la escuadra bilbaína y nada menos que 570 partidos oficiales, 432 de ellos en la máxima categoría. También 39 goles. Solo el Txopo Iribar (614) ha defendido más veces la elástica rojiblanca. Y, de todos esas apariciones, nueve han sido frente al Glorioso. La de este domingo en La Catedral (18.30 horas), por tanto, será la décima, un número redondo para cerrar su ciclo

El balance contra el club en el que dio sus primeros pasos es positivo: cuatro victorias para el Athletic, tres empates y dos triunfos para el Alavés. Siempre ha sido titular y no debería ser diferente esta vez. Con otro exalbiazul como Andoni Gorosabel cumpliendo sanción, Ernesto Valverde deberá repetir con el de Laguardia. Llegan tocados a la cita, pero seguro querrán quitarse el regusto amargo de la Europa League.