La temporada de Nahuel Tenaglia es un paso al frente como pocos se recuerdan el Deportivo Alavés. Aparte de ofrecer un rendimiento más que notable sobre el césped, el argentino es ya por derecho y merecimiento uno de los capitanes del equipo babazorro. Y esto último complace sobremanera a la afición, que ya lo considera como un gasteiztarra más pese a haber nacido en Saladillo, a más de 10.000 kilómetros de la capital vasca.
El gran nivel de Tenaglia no es, eso sí, un hecho reciente. Aunque ha sido en las últimas jornadas cuando el Glorioso ha levantado por fin un muro atrás, el ‘14’ albiazul lleva siendo el mejor de la defensa toda la campaña. Siempre que ha jugado lo ha hecho como titular y, repasando sus 30 participaciones, la única que no ha estado a la altura del resto ha sido la de hace tres semanas, en la visita del Real Madrid a Mendizorroza.
En sus demás apariciones, el argentino ha mostrado una solidez defensiva que muy pocos igualan en LaLiga. Y eso ha sido fruto tanto de sus condiciones atléticas como de su personalidad. Es un zaguero muy difícil de superar en el uno para uno y en carrera, aguanta los 90 minutos corriendo y su carácter le hace no dar un balón por perdido. Esa garra es, principalmente, la que está enamorando a las gradas del Paseo de Cervantes.
Cabe mencionar, además, que Tenaglia se ha enfrentado a oponentes de lo más exigentes. Esta temporada, en concreto, ha sido capaz de secar a peligrosos atacantes como Raphinha, Abde, Álex Baena o Sergio Gómez. Y su nota media en WhoScored, que valora a los futbolistas a través de sus estadísticas durante los partidos, es la mayor de la plantilla, seguido por Carlos Vicente, Santi Mouriño, Kike García y Carles Aleñá.
TAMBIÉN EN ATAQUE
Tenaglia, encima, no solo es un seguro en defensa, también es una pieza clave del Alavés en ataque. La capacidad de desgaste que se ha comentado le permite subir por su banda una y otra vez, sorprendiendo a las zagas rivales. Su verticalidad, sumada a la de Carlos Vicente, permite al conjunto babazorro castigar sin descanso por la derecha. El maño, además, no duda en cubrir las constantes incorporaciones de su compañero.
Y esas arrancadas del argentino, doblando a Vicente, son más importantes ahora si cabe, cuando al Glorioso le está costando generar peligro en estático. Cualquier futbolista capaz de romper el orden de la retaguardia contraria es un valor añadido, pues no es algo que sobre en el equipo. Así lo ha manifestado el Chacho en varias ocasiones, lo cual debe servir también como reflexión para la dirección deportiva de Sergio Fernández.
Asimismo, Tenaglia ha sumado en el apartado goleador del equipo. Su diana más reciente, la de hace dos semanas, permitió al Alavés superar a la Real Sociedad en Mendizorroza y la anterior, allá por el mes de septiembre, mantuvo viva la esperanza de puntuar en el RCDE Stadium, aunque no se consiguiera. Un tanto anotó la temporada pasada y tres en la anterior, por entonces con la escuadra albiazul en Segunda División.
Su diana del derbi frente a los txuri-urdines fue muy especial. Y no solo por la forma, convirtiendo un auténtico golazo, sino también por lo que significó para el equipo, que necesitaba sí o sí reencontrarse con la victoria en el Paseo de Cervantes. Para enviar esa pelota a la red, el de Saladillo tuvo que sacar a relucir su anterior faceta de delantero centro. En esa posición dio sus primeros pinitos en el mundo del fútbol.
PIEDRAS EN EL CAMINO
Ahora bien, lo que da mérito realmente al gran curso de Tenaglia es su capacidad de recuperarse de cada golpe. Pura resiliencia. Fue un futbolista importante en el regreso a Primera División tras sufrir el fatídico descenso a los pocos meses de llegar. Y esta temporada está siendo decisivo después de apenas haber tenido protagonismo durante el pasado ejercicio debido al enorme nivel de Andoni Gorosabel. Nunca se ha rendido.
Esto último encaja a la perfección con los valores del Alavés y su afición y toma aún más trascendencia por el sentimiento de pertenencia que ha demostrado el de Saladillo desde su llegada a la ciudad. Su familia, por lo que se puede ver en redes sociales, se siente gasteiztarra. A sus 29 años, cuenta con otras dos campañas de contrato.