Eduardo Coudet tiene a su disposición un amplio abanico de recursos en la sala de máquinas tras el regreso de Joan Jordán. El catalán volvió a vestirse de corto en Butarque después de haberse perdido por lesión las últimas cuatro jornadas. Y su entrada como futbolista de refresco en el segundo tiempo revolucionó el encuentro, pues además de ser el autor de dos tantos (uno de ellos, merecedor de ser el gol de la jornada), aportó más ritmo a la circulación del balón a un equipo que, pese a merecer más que un empate, tuvo que conformarse con ese modesto botín en su visita a Leganés.
Como consecuencia directa del formidable regreso de Joan Jordán, la competencia en el centro del campo resulta feroz para todos los integrantes de la plantilla albiazul. Eso sí, lo positivo es que Coudet tiene a su disposición perfiles distintos según la estrategia que quiera llevar a cabo, lo que resulta positivo con el fin de no ser un equipo previsible para el rival.
Blanco, el indiscutible
A priori, la etiqueta de indiscutible en la sala de máquinas le corresponde a Antonio Blanco, que ha sido titular en todos los compromisos tras la llegada de Eduardo Coudet. El pivote andaluz, cuya labor principal radica en sofocar los incendios en la medular, solo se perdió el duelo ante el Celta de Vigo porque tuvo que cumplir ciclo de amonestaciones, pero constituye una pieza inamovible en el engranaje babazorro.
En caso de optar por un doble pivote, todo hace indicar que el puesto de acompañante de Antonio Blanco se lo jugarán entre Ander Guevara y el propio Joan Jordán. Protesoni, pese a disputar cerca de un cuarto de hora en Butarque, figura como el último hombre en una rotación más larga que la del pasado curso, donde siempre cumplió cuando Luis García optó por él en la medular.
Por su parte, Ander Guevara, durante las semanas en las que Jordán ha estado de baja, ha cumplido con creces en su cometido en el centro del campo, pero la competencia no dará respiro a ninguno de los dos en su lucha por hacerse con el puesto.
En la zona del mediapunta también hay dos alternativas. Una opción es que Jon Guridi siga siendo el enlace entre el centro del campo y el frente de ataque, pero lo cierto es que Carles Aleñá también puede ocupar dicha demarcación en caso de que Carlos Martín pase a la banda izquierda. El madrileño, eso sí, ni siquiera compareció en Butarque, ya que Coudet optó por otro tipo de jugadores para ese encuentro.
Tras su debut en Butarque con la elástica albiazul, donde jugó cerca de 87 minutos, todo hace indicar que el Alavés ha encontrado en Aleñá una pieza de indudable valía. No solo ha llegado para añadir competencia a un centro del campo con distintos perfiles, sino que puede aportar un plus de calidad a la hora de dar el último pase, tal y como lo demostró en el sur de Madrid ya que fue él quien asistió en el 1-1 de Kike García con un pase de pecho.
Otro tipo de dibujo
Y es más, las combinaciones posibles que puede realizar el técnico argentino en el centro del campo no son precisamente escasas. La vuelta de Jordán, sumada al notable estreno de Aleñá en el sur de Madrid, pueden incluso provocar un nuevo cambio de dibujo en el Deportivo Alavés para ganar más presencia en ataque.
En caso de adoptar un esquema 4-1-3-2, el más afín a su estilo, el Deportivo Alavés contará con numerosos recursos en el frente de ataque. Los costados serían para Carlos Vicente y Aleñá (este último, con mayor libertad por el centro), mientras que la mediapunta sería para Joan Jordán o Jon Guridi.
Después, Coudet, con este dibujo, tendría a su disposición a dos delanteros, tal y como sucedió en la segunda parte en Butarque, con Kike García y Toni Martínez, quien ha vuelto a ganar protagonismo tras varios meses sin relevancia alguna en las filas albiazules.
En definitiva, el regreso de Joan Jordán y la llegada de Carles Aleñá, un nombre propio del empate logrado en Butarque gracias a sus dos asistencias y al penalti provocado, aumentan con creces la competencia en la sala de máquinas. Si bien el reparto de minutos será, a priori, una tarea más complicada para Coudet, el técnico argentino dispondrá de dos futbolistas por puesto y, dada la versatilidad de sus piezas, también podrá reajustar su esquema en función de las necesidades del encuentro.