Carles Aleñá debutó este sábado con la elástica albiazul en Butarque y lo cierto es que las sensaciones fueron positivas con un estreno muy por encima de las expectativas iniciales.
Tras perderse el duelo de la pasada semana ante el Getafe debido a la cláusula del miedo, Eduardo Coudet le concedió la alternativa en el sur de Madrid en el once inicial. En concreto, se escoró en la parte izquierda de una línea de tres mediapuntas también formada por Guridi y Carlos Vicente.
Desde el pitido inicial por parte del ínclito González Fuertes, el catalán rayó a un nivel más que notable brindando clarividencia al juego ofensivo albiazul. Ubicado por delante de Guevara y Blanco, siempre reclamó el balón, se ofreció a sus compañeros y filtró pases a los delanteros. En uno de ellos, llegó el primer tanto de Kike García tras una perfecta dejada desde la frontal que permitió al 'killer' albiazul mostrar su instinto asesino ante Dmitrovic gracias a un lanzamiento cruzado con su pierna izquierda.
Aleñá estuvo generoso en el esfuerzo, ya que también destacó en la recuperación del balón y apagó varios incendios por su demarcación cuando el Leganés trataba de percutir por ella.
El futbolista propiedad del Getafe permaneció sobre el césped madrileño casi 87 minutos, ya que en la recta final se vio relevado por Pica en un cambio con marcado acento defensivo por parte de Coudet para intentar asegurar los tres puntos.
Apreciada la poca intensidad del central salmantino en el marcaje a Munir en la jugada que propició el 3-3, la determinación del técnico argentino no fue quizá la más atinada.
Queda claro que el Alavés ha encontrado en Aleñá una pieza de indudable valía durante el pasado mercado invernal. No solo ha llegado para añadir competencia a un centro del campo con distintos perfiles, sino que puede aporta un plus de calidad a la hora de dar el último pase.