“Tenemos que seguir peleando, porque esto no está hecho”. Ese fue el mensaje que, tras la derrota de ayer en El Sadar, Luis García Plaza mandó a sus pupilos. Aunque hubiera “puesto mucho dinero” para llegar a este punto del curso en la situación actual, con diez puntos de ventaja sobre la zona de descenso, el técnico madrileño es consciente de que, para evitar sorpresas en la recta final, su Deportivo Alavés necesita dar un último empujón

Puede que no llegue a ser relevante, pues la proyección de puntos de los tres de abajo es paupérrima –el Cádiz y el Granada no ganan desde hace meses y el Almería aún no lo ha hecho–, pero sería una pena que, después de una temporada con momentos tan buenos, el conjunto babazorro tuviera que verse inmerso en una de las habituales y temerarias batallas a vida o muerte, en las que de poco o nada vale el trabajo realizado hasta ese momento.

Actualmente, el Alavés acumula cinco jornadas sin conocer la victoria –el Cádiz fue su última víctima– y, si algo le está impidiendo lograr la salvación virtual que, por ejemplo, ya tiene Osasuna, son los resultados en Mendizorroza. Si bien es cierto que, aun con la derrota en El Sadar, se ha dado un paso al frente a domicilio en este 2024, el hecho de haber ganado solo uno de los últimos seis compromisos como local no es una buena noticia.

Además, la manera en la que se ha pinchado frente a los rojillos y el Mallorca no ha sido la más favorable para el ánimo del equipo, por no decir que han sido dos varapalos. Los baleares se llevaron un punto del Paseo de Cervantes en el epílogo del partido, aprovechando un grave desbarajuste atrás, y los navarros consiguieron ayer el triunfo gracias a un latigazo espectacular de Ante Budimir, cuando todo apuntaba a que la noche acabaría en tablas. 

AFP7 vía Europa Press

Lo único positivo, en relación con esta mala racha, es que la plantilla albiazul ya estaba avisada de que llegaría. Cuando mejor iban las cosas, Luis García repitió en rueda de prensa que, como ocurrió en la primera vuelta, habría más altibajos, y seguro que eso también lo trasladó puertas hacia adentro. La dos veces anteriores, el Alavés supo salir del bache, lo que le permitió crecer colectivamente, y no debería ser diferente en esta ocasión. 

El duelo contra el Rayo Vallecano del domingo, sin ir más lejos, es una oportunidad muy buena para ello. Los madrileños pasan por un momento todavía peor, protagonizado por el cambio de entrenador y sus casi cinco meses sin ganar, y el Alavés ya ha demostrado ser convincente frente a sus rivales directos. Alcanzar los 32 puntos sería, sin duda, un paso  importante de cara a certificar de manera casi definitiva el objetivo de la permanencia.

CALENDARIO EXIGENTE

Cabe mencionar, además, que el calendario gasteiztarra se complica sobremanera tras el encuentro ante los rayistas. Aun enfrentándose a dos rivales de su misma liga, como lo son el Granada (F) y el Celta (C), antes de llegar al decisivo mes de mayo, el Glorioso también tendrá que verse las caras en las próximas semanas con tres rivales que pelean por acabar en puestos europeos: el Athletic (F), la Real Sociedad (C) y el Atlético de Madrid (C).

Es necesario finalizar los deberes lo antes posible, y buena muestra de ello son también los últimos cinco partidos, en los que el Alavés visitará al Valencia, Real Madrid y Las Palmas y recibirá al Girona y el Getafe. La mayoría de ellos, salvo sorpresa, con mucho aún por jugarse, si bien esto último cada vez parece importar menos, pues ya son varios los clubes que se han ido al traste contra otros que no tenían nada que ganar ni perder. 

No sería raro, asimismo, que alguno de los tres de abajo –el Cádiz es el que más posibilidades tiene– reaccionara en las próximas semanas. Tal y como advirtió Luis García en su comparecencia de ayer, una buena racha de cinco jornadas, que no es tan imposible una vez se entra en dinámica positiva, puede meter a los gaditanos e, incluso, al Granada en la pomada. No ocurre así con el Almería, quien necesitaría remar medio Pacífico.