El salto hacia la tranquilidad clasificatoria tendrá que esperar. El Deportivo Alavés desperdició anoche en El Sadar una oportunidad de oro para superar la barrera de los 30 puntos y cayó frente a Osasuna en un encuentro con igualdad de fuerzas pero sin colmillo en las dos áreas por parte del Glorioso. 

No fue ni mucho menos la noche más acertada del Alavés en el área rival. Samu Omorodion tuvo varias opciones para adelantar a su equipo en el marcador, pero se le vio algo lastrado y desamparado en el exigente duelo individual frente a David García y Herrando. Más allá de la presencia del melillense, la escuadra albiazul echó en falta la aportación en ataque del resto de sus puntales.

Salvo en una pequeña fase del primer tiempo, donde el Alavés apretó al rival gracias a las rápidas combinaciones, el equipo no fue capaz de imponer su ritmo en Pamplona. El derbi transcurrió por un guión rocoso y con escasas florituras ante un Osasuna vertical en ataque y solvente en los duelos individuales.

El Alavés tampoco se sintió beneficiado por las continuas interrupciones del juego. En un derbi sin mucha tensión y con pocas acciones al límite del reglamento, los cambios por lesión de Kike Barja, Abqar y por último David García ralentizaron el desarrollo de la contienda. El Glorioso no llegó a tomar la batuta del partido y fue más bien a remolque del ritmo impuesto por el anfitrión.

Ambos conjuntos tuvieron sus opciones para obtener los tres puntos, eso sí, pero el Alavés transmitió esta vez serias dudas en las labores de contención. Sivera volvió a erigirse como un seguro de vida tras los despistes defensivos y los errores del plantel albiazul en la salida de balón. El de Jávea detuvo tres acciones claras de gol, pero poco pudo hacer en el tanto rojillo.

Budimir, el constante incordio para la zaga vitoriana, resolvió la papeleta a través de un zarpazo imparable en el minuto 76. Un auténtico golazo del ariete croata que, eso sí, no encontró mucha oposición en la resolución de su jugada. El Alavés no mostró la dureza demandada a la hora de cortar el contraataque y, después, ningún futbolista babazorro tapó su pierna hábil; la izquierda. 

Antes del gol de Osasuna, en el tiempo de descanso, el Deportivo Alavés ajustó su esquema en busca de más mordiente en ataque. Luis García apostó por el carácter camaleónico de su equipo e introdujo así varios cambios en su sistema táctico.

Doble punta

Kike García reemplazó a Guridi y compartió con Samu Omorodion la punta de lanza con el objetivo de mantener a raya a la zaga rojilla y tener más presencia en ataque. No obstante, ninguno de ellos se pudo nutrir de centros laterales y la partida de ajedrez se resolvió de manera favorable para Osasuna. Tampoco fue definitivamente la velada más acertada de Sola, quien dio paso a un Vicente impetuoso en la segunda mitad en el sector derecho.

El balance de resultados en estas últimas jornadas señala el enfrentamiento frente al Rayo Vallecano de este domingo como una jornada crucial para dar un salto en términos clasificatorios. En sus recientes compromisos, el Alavés ha logrado empates meritorios frente al Villarreal, Betis y Mallorca, pero la derrota ante Osasuna obliga al Glorioso a no fallar en Mendizorroza. La distancia respecto al Cádiz, el rival que marca el descenso, es de diez puntos. Un colchón que no es ni mucho menos definitivo a estas alturas.