Tras superar con éxito la exigente cuesta de enero, el Deportivo Alavés afronta en el primer choque del mes de febrero un auténtico examen frente al Barcelona. El conjunto vitoriano, en alza después de sumar diez puntos de doce posibles, recibe este sábado, en su feudo, a un rival inmerso en una profunda crisis de resultados y que se aferra a mantenerse entre los cuatro primeros del campeonato doméstico para salvar su crítica situación deportiva.

Las recientes derrotas han agudizado el aprieto de la entidad culé, que en este curso se ha visto penalizada por una asombrosa fragilidad defensiva y, de nuevo, por el lastre en las lesiones de pilares como Gavi y Ter Stegen. 

En las últimas dos semanas, el Barcelona ha dicho adiós a la Copa, cayó con rotundidad en la final de la Supercopa frente al Real Madrid y la reciente derrota en liga contra el Villarreal ha dejado a los azulgranas a once puntos del líder. 

El efecto dominó ha sido imparable en Can Barça. El adiós a tres títulos en cuestión de semanas ha obligado a Xavi Hernández a dar un paso hacia un lado, pues considera que “el club necesita un cambio de dinámica”. El preparador de Terrassa, después de no dar con la tecla correcta en la presente temporada y caer derrotado ante el Villarreal en un trágico desenlace de partido, confirmó en la última comparecencia de prensa que abandonaría el banquillo culé al término de la temporada. Aunque nadie puede asegurar ahora que vaya a ser capaz de resistir tantos meses en la silla eléctrica barcelonista.

Cuarto clasificado

Como consecuencia de su errática primera vuelta, el Barcelona afronta la segunda mitad del campeonato con una imperiosa necesidad de revertir su dinámica de resultados. 

El equipo dirigido por Xavi, que trata de asentarse entre los primeros cuatro clasificados y ampliar el margen respecto a sus perseguidores, recibe el miércoles a Osasuna y llegará el sábado a Vitoria en una jornada que se presupone ilusionante para la parroquia albiazul. Es evidente que el próximo rival babazorro se encuentra en un estado de necesidad, una situación inversa al ambiente que se respira en la actualidad en el Paseo de Cervantes

Y es que el Deportivo Alavés se ha convertido, por méritos propios, en la más grata sensación de Primera División en el arranque del 2024. Sus diez puntos en los últimos cuatro partidos avalan a la escuadra de Luis García como una de las más sólidas a estas alturas del campeonato, pues ha derrotado de manera consecutiva a tres rivales directos por la permanencia y sueña con prolongar su pletórico estado de forma. 

Además, el Glorioso acumula siete goles a favor y tan solo dos en contra en las últimas tres jornadas. Un registro imponente que ha permitido a los vitorianos escalar posiciones en la clasificación y ahuyentar por el momento los fantasmas de las posiciones más críticas de la clasificación.

Después de mostrarse infalible ante los rivales directos, el salto de madurez para el conjunto vitoriano se encuentra en el trascendental duelo ante el Barcelona, al que el equipo de Xavi llegará con la obligación de revertir su estado de forma.

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En imágenes: Así ha sido el FC Barcelona - Alavés Alejandro García / Alberto Estevez

Ya en el encuentro de ida quedó demostrado que el Alavés compitió sin complejos e hizo méritos como para marcar más de un gol, pero la falta de eficacia en las dos áreas evitó el que pudo haber sido un triunfo histórico en Montjuic.

En la actualidad, el Deportivo Alavés dispone de un cómodo colchón respecto a la zona roja de la clasificación. Una ventaja que permite afrontar la jornada frente al Barcelona con relativa tranquilidad y también la certeza de que el combinado en manos de Luis García tiene los mimbres como para enlazar su cuarta victoria consecutiva.

Todo ello, eso sí, teniendo en cuenta que Xavi reúne en sus filas a futbolistas diferenciales y con la capacidad de resolver los partidos. Si bien en las últimas semanas los pilares del equipo culé no han demostrado todo su potencial, en el precedente de la primera vuelta se evidenció que un par de jugadas aisladas fueron suficientes para derrotar a un Alavés ampliamente superior durante buena parte de la contienda.