El triunfo ante el Almería supone una notable inyección de confianza para un Alavés cuyos puntos en la tabla se estaban quedando escasos para sus muchos merecimientos durante los partidos. Esta vez, se combinaron el buen juego y, por fin, una victoria que Mendizorroza deseaba como agua de mayo.
El equipo de Luis García rompió de esta forma una fatídica racha de más de dos meses sin ganar. Su última victoria databa del pasado 2 de septiembre ante el Valencia en Mendizorroza por 1-0 y, desde entonces, tan solo había sido capaz de arañar tres empates, todos a ellos a uno, en siete jornadas ante el Celta, el Betis y el Villarreal.
Durante este intervalo de tiempo, las derrotas ante el Rayo Vallecano, Athletic, Osasuna y Atlético habían generado cierto desasosiego y mantenían a los albiazules muy cerca de la zona roja en la tabla, ocupada por Celta, Granada y Almería.
El tanto de Sedlar hizo justicia con un Glorioso que por fin vio recompensado su despliegue físico, su juego de tiralíneas y su ambición por sumar los tres puntos. Porque ante los andaluces tuvo un altísimo porcentaje de posesión de balón, jugó casi siempre en campo contrario y asedió a portería de Maximiano en infinidad de ocasiones.
Las ocasiones se sucedieron hasta que el central balcánico cazó un balón dentro del área tras un pequeño barullo y, con el instinto asesino propio del 'killer' más voraz, lo alojó en el fondo de las redes mediante un potente derechazo.
Estos tres puntos permiten al Alavés abrir algo de brecha respecto al descenso, que se queda ya a cinco puntos de diferencia tras la derrota del Granada en Mestalla ante el Valencia. Los albiazules totalizan 12, por tan solo 7 el Celta, 6 el Granada y 3 el Almería. En definitiva, todo marcha sobre ruedas hasta la fecha, aunque queda claro que el equipo no puede confiarse ni un ápice de cara al futuro.