La semana pasada fue muy dura para el Deportivo Alavés. A la marcha de Luis García Plaza se sumó la inesperada eliminación copera contra la Minera y, por si la moral de la plantilla no había quedado ya lo suficientemente tocada, Osasuna esperaba en El Sadar para dar la estocada a los gasteiztarras. Algo que estuvo cerca de ocurrir, pero que consiguió impedir Antonio Sivera con la inestimable colaboración de Kike García (2-2).

Cuando más le necesitaba el Glorioso, después del esfuerzo para recomponerse del segundo tanto rojillo e igualar el choque, ahí estuvo el de Jávea para evitar con el pie un gol de Raúl García de Haro que las gradas hicieron ademán de celebrar. Esa parada, seguramente, fue la que decantó la balanza del MVP del partido a su favor, siendo este un galardón poco habitual para los porteros y menos aún cuando han encajado dos goles.

Ahora bien, no fue ninguna sorpresa ver a Sivera elegido como el mejor jugador del derbi en El Sadar. Antes de esa intervención había dejado otras tantas –la más clara a Catena– y así reconocieron su papel determinante tanto Sergio Herrera como el Chacho Coudet tras el pitido final. “No me gusta hablar de individualidades, pero es un gran guardameta y le vamos a necesitar”, manifestó el técnico argentino.

Ver al de Jávea a este nivel no asombra nadie, eso sí. Las dinámicas son muy importantes en el mundo del fútbol y, si se repasan sus tres últimas temporadas, se ve una clara línea ascendente. El paso por Segunda le sirvió para coger confianza y, ya en la máxima categoría, ha sido capaz de demostrar por qué se le consideró años atrás como uno de los porteros con mayor potencial del país. Solo le falta la llamada de la selección.

UN PORTERO QUE DA PUNTOS

Actualmente, Sivera es una pieza que da puntos al Alavés, lo cual es decisivo en la lucha por la permanencia, y lo mejor es que no parece haber tocado techo todavía. Ha hecho rutina de la excelencia y mantenerlo en plantilla es uno de los grandes éxitos del club gasteiztarra cada mercado. Su nombre ha estado encima de la mesa de entidades con mayor caché, pero en el Paseo de Cervantes han hecho oídos sordos de momento.

Su contrato, además, no es motivo de preocupación para el Glorioso por ahora. Su última renovación, hace justo un año, aseguró su continuidad hasta 2027 y eso implica que, de cumplirlo, alcanzaría las diez campañas en Mendizorroza. Un hito, por supuesto, a la altura de muy pocos.

Sivera, en una ocasión clara de Tapia. LaLiga