Costó más de lo esperado, pero qué es el Deportivo Alavés sin sufrimiento. Después de muchos minutos dominando al Almería, aunque sin acierto de cara a puerta, fue Aleksandar Sedlar quien se encargó de hacer justicia este domingo en Mendizorroza. Su gol, ya en la segunda mitad y antes de caer lesionado, le sirvió a los babazorros para reencontrarse con la victoría (1-0) tras siete jornadas y distanciarse así del descenso.

De cara a este importante duelo directo, Luis García Plaza decidió cambiar casi por completo el once respecto al que se vio en Copa ante el Deportivo Murcia. Sivera volvió bajo los palos; Gorosabel, Abqar, Sedlar y Javi López formaron la retaguardia; Blanco y Guevara, con Guridi por delante, tomaron las riendas del centro del campo; y Kike García, acompañado por Hagi y Rioja en los extremos, fue la punta de lanza del conjunto babazorro.

Durante los primeros minutos, el partido solo tuvo color albiazul. El Alavés saltó al césped con más personalidad que el Almería y, siendo muy profundo en sus transiciones, no tuvo demasiados problemas para acercarse a la portería protegida por Maximiano, sobre todo por la banda izquierda. Hubo un centro lateral, por ejemplo, que pudo aprovechar Kike para abrir el marcador muy pronto, pero su cabezazo, difícil de ejecutar, se marchó alto.

Ante este escenario, en el que los gasteiztarras avasallaban sin pausa, los integrantes del Almería no tuvieron otra opción que cerrar filas y esperar su momento. En especial, a la vista de que, siempre que intentaban salir con el balón controlado, se daban de frente con la presión alta de los locales, superiores también en las segundas jugadas. Solo Ramazani, en alguna arrancada al espacio, fue capaz de exigir ligeramente a la zaga del Glorioso

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En imágenes: ambientazo de miles de alavesistas en Mendizorroza Jorge Muñoz

Esa clara superioridad, sin embargo, no le sirvió al Alavés para desequilibrar la balanza a lo largo de la primera mitad, y eso que tuvo ocasiones muy claras para ello. La más clara fue para Hagi, quien, al borde del descanso, envió a las nubes un penalti provocado por Kike. Dicha acción, por cierto, fue señalada por el colegiado Pulido Santana después de que González Fuertes, en el VAR, le llamara a revisar la acción en la pantalla. 

Antes de ese error de Hagi, Blanco dispuso también de dos buenas oportunidades para marcar el 1-0. La primera, nacida en un rechace, se le marchó alta cuando todo Mendizorroza se disponía a celebrar el tanto -el futbolista cordobés estaba solo dentro del área- y la segunda fue un intento lejano que sacó Maximiano. Una vez más, los babazorros hicieron méritos para más, pero su falta de efectividad en ataque volvió a condenarlos.

Se sacó demasiado poco provecho, cabe mencionar, de los centros laterales. Al jugar con Kike y no Samu en punta, el Alavés buscó una y otra vez desbordar por la banda, sobre todo por la izquierda, para buscar la testa del delantero manchego. Sin embargo, el número de envíos que logró conectar este último fue limitado; algo lógico, por otra parte, teniendo en cuenta cuántos defensas mantuvo el Almería en su área en todo momento. 

JUSTICIA EN LA SEGUNDA MITAD

Vista la primera parte de su equipo, Gaizka Garitano optó por agitar el árbol de cara a la reanudación, introduciendo a dos talentos como Arribas y Embarba, e igualó por completo la contienda. Ahora bien, si alguien pudo tomar ventaja poco después de regresar al césped, ese fue el cuadro albiazul: Rioja atacó de nuevo la línea de fondo, se marchó fácil de su par y, con un en centro raso, encontró a Kike, cuyo tanto salvó in extremis Maximiano.

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En imágenes: Así ha sido el Alavés-Almería en Mendizorroza Jorge Muñoz

Luis García respondió a los cambios del Almería y, superada la hora de juego, introdujo a Abde Rebbach, protagonista en Copa, y a Samu en lugar de Kike y Hagi. Más adelante, también tuvieron su oportunidad Tenaglia (Gorosabel), Sola (Rioja) y Rafa Marín (Sedlar).

Los minutos fueron transcurriendo sin ocasiones por ninguna de las dos partes y, ya en la recta final, fue cuando el fútbol hizo justicia en favor del Alavés. En un saque de esquina, y tras varios remates y rechaces, Sedlar cazó la pelota en el área indálica y, sin ningún tipo de reparo, fusiló al meta visitante. Solo hubo una ocasión más, y fue a favor de los locales, pero el final del choque fue agridulce, pues el propio central serbio tuvo que retirarse en camilla, dolorido de la rodilla.