El Deportivo Alavés continúa inmerso en su confección de plantilla tras el ascenso a la máxima categoría. Tras el adiós de Villalibre y Taichi Hara, la delantera es una de las zonas marcadas en rojo por la dirección deportiva que encabeza Sergio Fernández para dar un salto de calidad a un equipo que arrancará con la pretemporada en una semana. En este sentido, el Alavés se ha fijado en Marcos André, tal y como informó ayer el periodista Ángel García a través de su perfil Cazurreando.

Se trata de un delantero corpulento, cercano al 1.85 metros de estatura, que destaca por su juego aéreo y que, por tanto, aportaría al conjunto babazorro la necesaria presencia física en la zona de tres cuartos. El ariete brasileño, de 26 años de edad, es jugador del Valencia, que es propietario de sus derechos hasta el 2026. Sin embargo, el de Coroata es una pieza secundaria en los planes del club ché. En la pasada temporada, de hecho, apenas disputó 17 duelos del campeonato doméstico, donde vio portería en una única ocasión.

Marcos André llegó al Valencia hace dos temporadas procedente del Valladolid a cambio de nueve millones de euros. Tras no alcanzar el rendimiento esperado, el propio club está dispuesto a desprenderse de él a cambio de un ingreso económico y, también, para despejar su ficha. Eso sí, los chés difícilmente podrán recuperar la fuerte inversión realizada hace dos campañas por el delantero.

Competencia

No obstante, el Alavés no es el único equipo que ha entablado conversaciones con el entorno del jugador valencianista. El Olympiakos también es un rival interesado en hacerse con los servicios de Marcos André, que en las últimas dos temporadas tan solo ha anotado dos goles en el campeonato doméstico debido a su escaso protagonismo. El cuadro heleno propone una cesión con compra obligatoria en función de objetivos, lo que permitiría al Valencia recuperar una pequeña parte de su inversión.

Marcos André, antes de dar el salto al Valencia, desarrolló su periplo futbolístico en las categorías más modestas del fútbol español. Aterrizó en el filial del Celta de Vigo con 18 años y posteriormente salió cedido a la UD Logroñés, que más tarde se lo acabó quedando en propiedad. En el conjunto riojano sumó unas cifras que llamaron el interés del Valladolid. En los 94 partidos disputados con el equipo rojiblanco, el ariete carioca anotó 26 goles y tres asistencias, por lo que el Valladolid decidió lanzarse a por su fichaje, con la intención de desarrollarlo primero en el filial antes de dar el salto al primer equipo.

No obstante, sin llegar a debutar en el primer equipo Valladolid, salió en préstamo hacia Anduva, donde disputó la temporada 2019-20 causando una grata sensación en la categoría de plata. En el conjunto jabato disputó 38 partidos de liga, donde marcó 12 goles y repartió tres asistencias. Encontró su hueco como delantero referencia, pero también fue un recurso de garantías en el extremo izquierdo, jugando a pierna cambiada, y en la mediapunta.

Después de finalizar su fructífera estancia en territorio jabato, Marcos André disputó el curso 2020-21 en el Valladolid. Llegó a enfundarse la camiseta del Pucela en 23 partidos y vio portería en cuatro ocasiones. Sin embargo, el brasileño no evitó el descenso del conjunto blanquivioleta y, posteriormente, se unió al Valencia a cambio de un montante cercano a los nueve millones de euros.

La apuesta realizada por el Valencia no dejó de ser una sorpresa para la parroquia ché. Sin llegar a afianzarse en los esquemas de un equipo de máxima exigencia, la proyección de Marcos André se fue diluyendo hasta el nivel de convertirse en una pieza secundaria y prescindible para los de Mestalla. Por ello, el jugador ve con buenos ojos un cambio de aires que le brinde la oportunidad de relanzar su carrera y recuperar así la amenaza goleadora que le caracterizó durante su estancia en Miranda.