En el último periplo del Alavés en la máxima categoría, el conjunto vitoriano se caracterizó por la capacidad para exprimir al máximo el olfato goleador de sus arietes. Sin ser una escuadra de una clara vocación ofensiva, el Glorioso creció a través de la fortaleza defensiva y, después, desde la efectividad de cara a portería.

El gol es un factor determinante a la hora de marcar las diferencias. Más aún en el contexto de un recién ascendido que, ya en el reciente curso en Segunda, sufrió una evidente carencia goleadora para poder resolver los partidos. El Alavés, que no reúne en su plantilla ese añorado perfil de un delantero capaz de sumar dobles dígitos en el apartado realizador, dispuso durante su última etapa en Primera de arietes como Joselu, Lucas Pérez, Calleri y Munir. Delanteros de diversos perfiles pero que, eso sí, fueron decisivos para prolongar lo máximo posible la etapa del Glorioso en la máxima categoría.

Joselu, pese a vivir una última temporada contrariado por su salida frustrada del Alavés, se convirtió en el máximo goleador histórico del conjunto vitoriano en Primera. El delantero nacido en Stuttgart firmó 36 goles y dio 11 asistencias durante los 113 partidos en los que se enfundó la zamarra albiazul. Su impacto sobre el terreno de juego y las cualidades para ver portería, de hecho, ayudaron a lograr varias permanencias.

Lucas Pérez fue otro delantero que dejó huella en su paso por Mendizorroza. Aunque su último curso en Vitoria estuvo envuelto en polémica, el gallego brindó 15 goles y nueve asistencias en los cerca de 60 partidos que disputó como futbolista del Alavés. Sin ser un perfil de delantero de área, el atacante coruñés era capaz de marcar las diferencias a balón parado y jugando entre líneas.

Jonathan Calleri, por su parte, formó parte de aquella plantilla del Alavés que durante la temporada 2018-19 estuvo a tan solo tres puntos de entrar en la Europa League. Pese a no firmar unas cifras goleadoras llamativas –9 goles en 36 partidos– la disciplina del atacante argentino y el trabajo a la hora de presionar a los rivales recibió el reconocimiento por parte de la parroquia albiazul.

Diferencial

El Glorioso también ha reunido en alguna de sus plantillas a delanteros de campanillas. Este es el caso de Munir el Haddadi, una de las perlas de La Masia que, durante su estancia en Vitoria, en la temporada 2017-18, dio un salto de calidad enorme a un equipo que rotó de entrenador hasta en tres ocasiones.

El delantero marroquí aterrizó en Mendizorroza con tan solo 22 años de edad y registró 14 goles y siete asistencias en sus 37 apariciones como albiazul. Munir se mantiene como un delantero de indudable prestigio que no solo interesa al Alavés, sino a otros clubes españoles y también del extranjero. Además, tal y como ha confirmado este periódico, el jugador ve con buenos ojos su regreso a Vitoria para tratar de relanzar una carrera que, posiblemente, vivió en Mendizorroza su momento de mayor esplendor hace cinco temporadas.

Es evidente que por las filas del Deportivo Alavés han pasado todo tipo de delanteros. Desde referencias ofensivas cuya principal cualidad reside en la capacidad de rematar balones dentro del área, hasta otro perfil de delanteros que se encuentran más cómodos jugando entre líneas y entrando en contacto con el balón. No en vano, la calidad es lo que resulta decisiva para marcar las diferencias en la máxima categoría y que, por tanto, el peaje al ascender a Primera no sea especialmente cruel.

El abanico de delanteros que han pasado por las filas albiazules contrasta directamente con la situación actual de la plantilla liderada por Luis García. A la espera de cómo se dilucide el futuro de Asier Villalibre, el conjunto vitoriano tan solo reúne a Sylla y De la Fuente. Un número de efectivos más bien escaso no solo para afrontar el regreso a Primera, sino también para la pretemporada que arrancará el 13 de julio, en poco más de una semana.