En la misma línea que en el último ascenso a la máxima categoría, el Deportivo Alavés va a someterse a una profunda reestructuración en su plantilla para poder edificar unos cimientos que soporten la exigencia de la Primera División. El conjunto albiazul inauguró el capítulo de salidas con el adiós de aquellos futbolistas cedidos, pero en los últimos días otros jugadores como Hara, Jason y Moya también han puesto punto y final a su etapa en Vitoria.

Por ello, demarcaciones como la delantera y el centro del campo se ven bastante faltos de efectivos de cara a la pretemporada que arrancará en apenas una semana. La marcha de Moya, sumada al final de la cesión de Blanco y las escasas opciones de Salva Sevilla para dar continuidad a su etapa en Vitoria, dejan varias vacantes en una sala de máquinas que, actualmente, tan solo cuenta con Benavídez, Guridi y Balboa, el cual para más inri saldrá cedido a algún club donde disponga de continuidad. 

El centrocampista extremeño ya ha puesto fin a su etapa de dos años en Mendizorroza, donde en el último curso ha sido una pieza clave para lograr el ascenso. De sus botas nació, por ejemplo, el gol de la victoria ante el Málaga.

Al mismo tiempo en el que Balboa cumplió con creces en su papel de revulsivo, Benavídez y Guridi se erigieron como dos hombres clave en el ascenso a la máxima categoría. El rigor defensivo del uruguayo, así como el pulmón incansable del azpeitiarra fueron dos argumentos de garantías durante el trayecto en Segunda. Ahora bien, no hay duda de que el Alavés necesita un plus en la sala de máquinas para poder competir con los transatlánticos de la máxima categoría.

Salto de calidad obligatorio

Y todo ello tan solo se conseguirá reclutando a varios centrocampistas que eleven el nivel cualitativo y cuantitativo de la plantilla. Como es lógico, el conjunto vitoriano está interesado en recuperar a Antonio Blanco para su proyecto. Al joven centrocampista andaluz le queda un año de contrato con el Real Madrid y, durante su estancia en Vitoria, se convirtió en cuestión de pocas jornadas en un pilar indiscutible para Luis García.

De hecho, el equipo dio un evidente salto de calidad junto a él ya que encontró por fin el perfil de un pivote capaz de dominar el tempo del partido y sacar el balón jugado desde atrás. No en vano, su brillante segunda mitad de temporada en el Glorioso y el dominio mostrado en el Europeo sub-21 suscitan ahora el interés de más equipos que entran en la puja por el joven pivote de 22 años.

Blanco, además, anotó uno de los goles del triunfo de su selección ante Ucrania en las semifinales de dicho torneo y se ha revalorizado en las recientes semanas. Un aspecto que juega a favor del director deportivo Sergio Fernández es el afecto de Blanco hacia el club del Paseo de Cervantes, donde ha recuperado su versión más solvente tras una etapa complicada y sin protagonismo en el Cádiz. Claro que este hecho no es garantía de que el Alavés sea ahora su primera opción para vivir el siguiente capítulo de su carrera. En su caso, tocará armarse de paciencia ya que el propio interesado tampoco está dando pistas sobre su futuro en la concentración con la selección española.

Así pues, la sala de máquinas se convierte en otra zona del campo a la que la dirección deportiva le debe brindar una especial importancia. A una semana de que arranque la pretemporada con las pertinentes revisiones médicas, el Alavés cuenta con tan solo dos futbolistas fijos para ocupar una demarcación clave.