Se acabaron las probaturas y empieza lo realmente serio. El Alavés ya vela armas para el inicio liguero, previsto el próximo sábado en Butarque ante el Leganés, con la sensación de que muestra hechuras interesantes sobre el césped pero necesita un claro empujón en forma de fichajes para erigirse en un cualificado aspirante al ascenso a Primera División.

Han sido siete partidos repletos de probaturas a nivel táctico saldados con un balance de dos victorias, cuatro empates y una derrota en los que los pupilos de Luis García han dejado buenas sensaciones. Incluso se han apreciado tramos de un fútbol asociativo y vistoso que no suelen ser inherentes a los equipos de Segunda División, una categoría farragosa y áspera a más no poder.

Los resultados son lo de menos a estas alturas, pero queda claro que el Alavés todavía es un grupo cogido con alfileres en ciertas zonas del campo y, sobre todo, susceptible de mejorar en las dos áreas, a la postre el lugar donde se cuece la suerte del ganador en los partidos.

Ni en la zaga ni en la delantera presenta a estas alturas argumentos convincentes. Por fortuna, sin embargo, todavía quedan varias semanas hasta el cierre del mercado estival para tratar de remediar unas carencias que saltan a la vista de todo el mundo. Todos los ojos viran hacia la figura de Sergio Fernández, el encargado de redondear una plantilla que necesita como el comer centrales y delanteros que brinden un salto de calidad.

Si la pretemporada sirve para corregir errores, el Alavés ya está avisado. Atrás se han encajado goles inocentes en algunos encuentros, mientras que la pólvora de la vanguardia ha estado casi siempre mojada. Tan solo tres de las diez dianas sumadas entre los siete partidos han llevado la firma de los puntas, dos a cargo de Sylla y una de De la Fuente.

La plantilla, mientras tanto, sigue ajena al desenlace de dos culebrones realmente agotadores que todavía no terminan de resolverse en uno u otro sentido. Fernando Pacheco, deseado por el Getafe, todavía permanece como futbolista albiazul, mientras que el otro icono alavesista de los últimos tiempos, Víctor Laguardia, mantiene el tira y afloja con los dirigentes a la hora de negociar los términos de su renovación que posibiliten su continuidad en el vestuario de Mendizorroza.

Mucho ruido alrededor de sus figuras pero, de momento, escasas certezas respecto a dos figuras emblemáticas con más de un pie fuera el Alavés. Mientras sigue pendiente de las noticias que llegan de los despachos, Luis García debe trabajar con una plantilla justa de efectivos y ya tiene perfilado el sistema que empleará a lo largo de la temporada.

Siendo sinceros, el técnico madrileño no tiene mucho donde escoger a la hora de elegir un once que los aficionados albiazules pueden recitar en este instante casi de carrerilla. Salvo sorpresa, Sivera, Arroyo, Sedlar, Tenaglia, Duarte, Benavídez, Sevilla, Alkain, Guridi, Rioja y De la Fuente serán los elegidos de inicio para medirse al Leganés.

Las alternativas desde el banquillo no son excesivas, de ahí las urgencias existentes a la hora de dotar de un mayor fondo de armario a una plantilla inferior en la actualidad a la de otros rivales directos como el Levante y el Granada.