ihan Sancet, el Lince de Mendillorri, una de las grandes promesas del Athletic de Bilbao, se destapó ya como una realidad en El Sadar, donde firmó un espectacular triplete que le dio la victoria a los leones ante Osasuna tras remontar un tanto inicial rojillo.
"Estoy muy contento de que haya sido en casa", comentó al final del partido el pamplonés internacional sub' 21 y hasta cadetes en la cantera de Tajonar. No en vano desde el campo osasunista se otea su barrio, Mendillorri, a poco más de tres kilómetros de distancia.
Ya su primera aparición de enjundia en el primer equipo del Athletic fue en el campo de su ciudad, un pase de gol al espacio, con caño al defensa incluido, que Iñaki Williams transformó en el 0-1 del 1-2 de hace dos temporadas en la capital navarra. Pero aquel fue su primer escarceo y lo de esta vez, en un año en el que ya le discute la titularidad a Raúl García, fue la constatación del crecimiento de un chaval de 21 años ya como jugador de élite y también la sorpresa de que domina un registro que no se le conocía y que apenas si había exhibido: el remate a un toque.
Los goles del lunes de Sancet fueron de ariete, de 9, cuando su fútbol dista de ello. El canterano rojiblanco es un mediapunta clásico, un delantero que gusta de tener el balón y fabricar juego en las inmediaciones del área, a pesar de su corpulencia (1,88 metros). Cayendo a los lados, pero sobre todo por el centro.
Hay quien le ve también como medio centro creativo. Joseba Etxeberria le colocaba como interior en el 4-3-3 con el que jugaba el Bilbao Athletic. Y funcionó bien. Aunque Sancet es más de hacer jugadas y buscar disparos que de hacer jugar. Que también, pero más en contraataques, en los que le ayuda su conducción y larga zancada.
Pero Marcelino García Toral, que no cambia nunca su 4-4-2, le sitúa siempre de delantero. Salvo en situaciones de urgencia en finales de los partidos, en los que le ha retrasado la posición o le ha puesto en banda.
Pero, siempre al lado de Iñaki Williams, o anteriormente de Asier Villalibre en partidos de rotaciones, Sancet era el mediapunta o segundo delantero. Y el lunes pareció ser hasta el ariete porque sus tres tantos fueron a un toque en centros laterales -todos buenos, de Williams, Óscar de Marcos y Alex Berenguer-, y bordeando el área pequeña.
Tuvo más ocasiones para marcar, jugadas más suyas, pero le ocurrió lo que toda la temporada a él y a sus compañeros de ataque: que no definió bien. Comenzó fallando un mano a mano ante Sergio Herrera y finalizó con un buen disparo desde la frontal que se le marchó por centímetros. Aun así, sumó tres tantos. Con lo que ha marcado los cuatro últimos goles de su equipo, el primero el último partido de 2021 al Real Madrid en San Mamés, y ha participado en las seis dianas más recientes del conjunto rojiblanco.
Sancet fue el último compañero que tocó el balón antes de que el mayor de los Williams y De Marcos completasen la remontada de hace dos jornadas, también en La Catedral, ante el Betis. Cifras recientes que demuestran que el Lince de Mendillorri se ha destapado y que el próximo domingo estará en el punto de mira de la defensa del Deportivo Alavés, que intentará evitar que prolongue su racha.