un jugador importante y diferencialdesde la banda derechacreación de juego del cuadro babazorroque aproveche su talento para generar espacios

La confianza del técnico madrileño en las aptitudes y el potencial de Iván es, además, algo notorio en esta pretemporada. A falta de 15 días para estrenar el nuevo curso frente al Real Madrid, el Glorioso ha disputado cuatro partidos amistosos Glorioso (dos victorias y dos derrotas) y en todos ellos ha sido titular el interior cedido por el Villarreal, que, asimismo, ha destacado junto a Manu García como lo más reseñable de una faceta ofensiva aún en fase de aprendizaje y rodaje.

En ese sentido, a la espera de lo que ofrezcan los albiazules contra el Elche, el Al-Nasr Sports y el Levante, todavía resta trabajo por hacer de cara al estreno liguero. La estrategia defensiva continúa en ciernes -algo lógico teniendo en cuenta que Lejeune y Loum aterrizaron la semana pasada-, y en ataque aún destaca la excesiva espesura y falta de ritmo habitual de cada preparación estival.

Eso, además, sin olvidar la incógnita del nueve, posición que sigue en el aire debido a la interrogante que rodea a Joselu y que ha ocupado el canterano Gio Gagua en las últimas citas.

No obstante, retomando lo anterior, esa fe que tiene Calleja en el bilbaíno no se ha forjado en Ibaia. Lo cierto es que esta viene de tiempo atrás, cuando el preparador complutense aún daba sus primeros pasos en los banquillos y el centrocampista intentaba demostrar su valía en las categorías inferiores del cuadro groguet, donde ambos compartieron horas y más horas de entrenamientos.

Ahora, después de varias temporadas en las que sus caminos han estado separados, el Alavés les ha vuelto a unir, aunque, eso sí, con nuevas experiencias que contar. El alcalaíno llegó a Vitoria-Gasteiz el pasado mes de abril y no tardó mucho en ganarse a la afición alavesista, que, además de contagiarse de su positivismo, vio con sus propios ojos cómo, pese a la dificultad, Calleja resucitaba a un equipo que parecía condenado a descender a Segunda División.

Para ello, el técnico madrileño tuvo que sumar, obviando la última jornada, 15 puntos de 24 posibles con los que la entidad del Paseo de Cervantes logró al fin romper su particular maldición relacionada con el récord de temporadas consecutivas en la máxima categoría -cinco hasta entonces-.

Iván Martín, por su parte, tuvo la campaña pasada su primera experiencia en el fútbol profesional y no defraudó a nadie. Llegó a Miranda como un completo desconocido y terminó el curso siendo no solo uno de los protagonistas del cuadro rojillo, sino también de la División de Plata al completo. Algo que, sin duda, le ha dado derecho a tener una oportunidad en la élite del fútbol estatal.

La función que va a cumplir Iván en el Alavés, además, tiene unos precedentes muy positivos. Salvando algunas diferencias, Ibai Gómez realizó un papel similar en su etapa como albiazul, que duró dos temporadas y media.

Ante la ausencia de creadores en el centro del campo, Abelardo utilizó al exjugador del Athletic como un organizador desde la banda. Aunque en ocasiones sí intentaba desbordar por la derecha, el futbolista de Santutxu optaba mayoritariamente por conducir el balón hacia el centro en busca de líneas de pase y desmarques de sus compañeros. Un planteamiento que, a la vista está, le dio muy buenos resultados al conjunto vitoriano y que podría volver a dárselos ahora con la reciente incorporación de Iván Martín.

El preparador madrileño y el futbolista vizcaíno han vuelto a unir sus caminos para sacar adelante la evolución del 'Glorioso’