El servicio de atención psicológica de Álava para víctimas de la violencia machista Hegoak ha atendido este año a 1.283 personas, mientras que el centro que ofrece atención especializada las 24 horas del día a las víctimas de violencia sexual Tximeletak ha acogido a 130 mujeres.
La Diputación Foral de Álava ha alertado este lunes, víspera del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, del "incremento sostenido" de los casos de violencia machista en el territorio, lo que le ha llevado a "reforzar" la atención a estas víctimas.
En los diez primeros meses del año se ha registrado un "incremento significativo" en la actividad de todos los recursos forales, tanto en atención psicológica, orientación jurídica y acogimiento residencial, como en el centro para víctimas de violencia sexual, ha explicado el diputado de Políticas Sociales, Gorka Urtaran.
De las 1.283 personas atendidas por el servicio de atención psicológica Hegoak, 542 han accedido por primera vez, frente a las 513 el año anterior. La mayoría de las víctimas atendidas este año son mujeres (1.102), aunque también hay 152, hijas e hijos de estas. Además, 49 hombres maltratadores han solicitado atención psicológica voluntaria.
En cuanto a la orientación jurídica dirigida que también ofrece Hegoak entre enero y octubre se ha atendido a 313 mujeres frente a las 291 del pasado año.
Centro Tximeletak
Por su parte, el centro Tximeletak para víctimas sexuales ha acogido a 130 nuevas mujeres a las que ha atendido con intervenciones psicológicas, sociales y jurídicas. Cada semana acceden a ese centro entre tres y cuatro mujeres nuevas.
En muchas ocasiones son casos son muy complejos porque estas mujeres tienen "circunstancias como padecer problemas de salud mental o drogodependencia, ser migrante, tener discapacidad o estar en situación de exclusión social".
En cuando al Centro de Acogida Inmediata (CAI), el Centro de Acogida Residencial de Media Estancia (Carme) y los pisos de acogida para mujeres e hijos que no pueden seguir viviendo en sus hogares, estos han sido usados hasta octubre por 66 víctimas (52 el año pasado) de las cuales cerca de la mitad son menores.