Hegoak, un recurso de Atención Psicológica Especializada en Violencia de Género, cuya titularidad es del Instituto Foral de Bienestar Social de la Diputación de Álava. Dicho servicio, dentro de intervención integral, ofrece una intervención personalizada a las víctimas de violencia de género, a los hijos e hijas de las víctimas, a los familiares de éstas, y también a aquellos hombres que se responsabilizan de la violencia ejercida y desean cambiar. Respecto a estos últimos, 49 han accedido a este espacio terapéutico confidencial y profesional, de acceso libre, voluntario y gratuito.
Se puede solicitar cita de forma online en el siguiente enlace: https://hitzordua.araba.eus/eskaeraegin/IFBS/CitaPrevia/?idioma=es&servicio=H7
¿Cuáles son los resultados de la intervención psicológica que se lleva a cabo con estos hombres en el Servicio Foral Hegoak?
"Es cierto y relevante, que aquellos hombres que asumen la responsabilidad del daño causado y se implican en el proceso terapéutico hasta su finalización la evolución es positiva"
Partimos que para poder llevar a cabo esta intervención psicológica se deben dar dos premisas básicas y son, por un lado, el reconocimiento y asunción de responsabilidades, y por otro lado, la motivación al cambio. Esto es lo más complicado, ya que muchos hombres no asumen algo que socialmente está rechazado y que judicialmente está penado. Pero es cierto, y relevante, que aquellos hombres que asumen la responsabilidad del daño causado y se implican en el proceso terapéutico hasta su finalización la evolución es positiva. Esto avala y refuerza que desde la instituciones se apueste por ofrecer estos servicios especializados para hombres que ejercen violencia.
¿Cómo son las personas maltratadoras que han hecho la vida imposible a las mujeres? ¿Son jóvenes, adultas? ¿Se sabe algo de su formación: estudios básicos, superiores…, o hay de todo?
No existe un perfil único de maltratador. La violencia machista atraviesa todas las edades, niveles de estudio y clases sociales. Los estudios descriptivos desarrollados sobre quienes ejercen violencia contra las mujeres indican que la mayoría son hombres adultos entre los 25- 50 años, aunque la realidad nos muestra que adolescentes y jóvenes también ejercen dicha violencia en la relación de noviazgo así como que personas de edad avanzada continúan maltratando a sus parejas hasta el final de sus días. También se confirma que no hay un nivel educativo único: hay casos de hombres con una escasa escolarización y otros con niveles universitarios. Con ello, podemos decir, que el nivel educativo, por sí solo, no garantiza una conducta respetuosa ni la ausencia de violencia.
EN COMÚN
Lo que tienen en común las personas que ejercen maltrato es una mentalidad machista y una necesidad de control sobre la mujer, aprendidas en una sociedad que históricamente ha legitimado esas actitudes. La violencia machista es un fenómeno estructural y colectivo. El maltratador existe, sí, pero no nace aislado; se forma, se habilita y se legitima en un entorno social donde determinados comportamientos violentos se normalizan.
Por ello, uno de los objetivos principales del Servicio Foral Hegoak es identificar y desmontar esas creencias y patrones estereotípicos y machistas. Además presentan problemas de control emocional, una baja empatía, inseguridad, dependencia emocional y problemas de autoestima, aunque, por supuesto, esto no los exime de responsabilidad. Por ello, todos estos aspectos constituyen los objetivos de la intervención que realizamos.
¿Han crecido en familias que les han tratado así también?
Sin ser un factor determinante, es verdad que un porcentaje significativo de hombres que ejercen violencia describen una infancia en la que han estado expuestos a situaciones de violencia en el contexto intrafamiliar, y por ello, en la edad adulta repiten el patrón aprendido. No obstante, vuelvo a reiterar que aunque sea un factor influyente, la naturaleza o base del problema radica en la construcción social de la masculinidad.
¿Un maltratador psicológico es consciente del daño que hace?
"Sin estas condiciones de asunción de responsabilidad, motivación real e implicación en la intervención no es posible iniciar el proceso terapéutico"
Comenzaría respondiendo que el hombre que ejerce violencia, sea del tipo que sea, hacia su pareja, es consciente de lo que hace, pues se trata de una respuesta voluntaria e intencionada. Otra cosa es que no considere que sea maltrato lo que hace. Es frecuente que tiendan a recurrir a lo que llamamos “mecanismos de defensa” (negar, minimizar, justificar, externalizar la culpa…) para no asumir la responsabilidad y consecuencias de sus actos. Por ello, la fase inicial de la intervención psicológica con estos hombres busca primordialmente que asuman la responsabilidad del daño causado y fomentar la motivación e implicación para el cambio. Sin estas condiciones de asunción de responsabilidad, motivación real e implicación en la intervención no es posible iniciar el proceso terapéutico.
CÓMO SON
En cuanto a su personalidad, ¿qué características comunes tienen?
Diría que estos serían los rasgos de personalidad más comunes: necesidad de control y dominio, inseguridad y baja autoestima (aunque tienden a encubrirlo bajo una aparente fortaleza), falta de empatía, egocentrismo y rasgos narcisistas, impulsividad y déficit para el control y gestión emocional, manipulación e intolerancia a la crítica.
¿Son lobos con piel de cordero, es decir, que en la calle se esfuerzan en mostrarse como una pareja perfecta y en casa actúan de la peor forma?
Sí, así es. Esta “doble cara”, es una de las características que más desconcierta a las víctimas, y también una de las razones por las que el maltrato psicológico resulta difícil de detectar desde fuera. Además, cuando en público actúa con “piel de cordero”, no sólo protege su imagen, sino que le sirve para desacreditar a la víctima en el caso que a ésta se le ocurra alguna vez contar lo que le sucede.
Suele decirse que son personas encantadoras al principio para conquistar a su víctima, que poseen una gran capacidad de seducción. ¿Es cierto?
Lo que es habitual es que al inicio de la relación estos hombres no se muestran tal como son, forma parte de esa etapa de enamoramiento, de seducción, donde son detallistas, hacen sentir a sus parejas muy valoradas, se muestran atentos… Pero una vez consolidado el vínculo pasan del encanto al control.
¿Por qué infravaloran a sus parejas?
"Una mujer segura de sí misma, con autoestima no es fácil de dominar, por ello, el infravalorar a su pareja va minando, va destruyendo la confianza en sí misma"
La infravaloración a sus parejas no es algo casual ni impulsivo, sino que forma parte de las estrategias del maltratador para controlar y dominar. Una mujer segura de sí misma, con autoestima no es fácil de dominar, por ello, el infravalorar a su pareja va minando, va destruyendo la confianza en sí misma. Y cuanto menos se valore la mujer, más poder tiene el agresor sobre ella.
¿Son personas celosas?
Sí, los celos son un rasgo frecuente y característico en los hombres que ejercen violencia. Se tratan de celos patológicos, es decir, una forma de control y posesión y no una expresión de amor.
AISLAR
¿Es habitual que busquen el aislamiento de la víctima de su familia y los amigos? ¿Por qué?
Sí, es una de las estrategias de maltrato psicológico. El aislamiento no suele ocurrir de golpe, es más bien progresivo, y tiene por objeto romper los vínculos de apoyo de la víctima, y así hacerla más dependiente del agresor. Y, una vez más, a mayor dependencia de la víctima, mayor poder sobre ella.
¿Hacen comentarios despectivos sobre los amigos y la familia de la víctima?
Así es. La crítica destructiva y manipulativa a través de comentarios despectivos sobre las personas más cercanas de la víctima, buscan lograr el objetivo de aislarla y controlarl.
¿Son controladoras? ¿Es común que controlen los mensajes del teléfono móvil?
Sí, el control de los mensajes del teléfono de móvil es uno de los patrones, juntos a otros, como el control de las amistades, los interrogatorios, los seguimientos,... que forman parte de la necesidad de control y de los celos patológicos que mencionaba antes.
¿Hacen chantaje emocional, en el sentido de que la víctima se sienta culpable por cosas que ni siquiera ha hecho o cosas que ha hecho pero que no necesariamente están mal?
"El chantaje emocional es una forma de manipulación por parte del agresor que provoca en la víctima sentimientos de culpa, miedo o vergüenza, para así controlar su comportamiento"
Sí, es otra forma, dentro de un amplio repertorio, de maltrato psicológico. El chantaje emocional es una forma de manipulación por parte del agresor que provoca en la víctima sentimientos de culpa, miedo o vergüenza, para así controlar su comportamiento.
PIDEN PERDÓN, PERO...
¿Son expertas en decir que van a cambiar, en pedir perdón pero, en realidad, no se arrepienten?
Dentro de lo que llamamos ciclo de la violencia, después de un episodio agresivo o explosivo viene la fase de calma, en la que los agresores piden perdón y realizan promesas de cambio, pero forman parte de la manipulación que hacen para mantener a la víctima enganchada. El arrepentimiento no es real, ya que se basa en un perdón superficial, unas promesas de cambio vagas y genéricas, e incluso terminan culpabilizando a ellas de haber provocado esa reacción violenta.
¿Suelen adoptar el rol de víctima para justificar sus acciones?
Sí, en muchos casos niegan su responsabilidad real y presenta la situación como si él fuera el perjudicado. El foco se desplaza del daño que él causó hacia su propio malestar, haciendo que la víctima se sienta culpable, y con ello logra el control y la dependencia emocional de la víctima.
¿Culpan al alcohol o a las drogas de su comportamiento?
Sí, el consumo abusivo de alcohol o drogas, el estrés laboral, los problemas económicos o en el ámbito laboral… son parte del repertorio de “excusas” para justificar sus comportamiento y externalizar la culpa. El maltrato que ejercen no depende de estos factores, sino de su patrón de control y manipulación. Por ello, manifiestan también estas conductas de maltrato en estado de sobriedad, y no únicamente cuando hay consumos.