Se acerca la época de vendimia, y en Rioja Alavesa comienza la cuenta atrás. Todos los años sobre estas fechas los viticultores de Álava se preparan para extraer el fruto de tantos meses de trabajo. Es un proceso necesario para conseguir el producto final, el vino, que tanto gusta a todos.
Aunque sí tiene como fecha finales de septiembre y principios de octubre, la realidad es que hay muchos factores que pueden retrasar o adelantar este proceso. El pronóstico del tiempo es uno de los grandes factores a tener en cuenta, sobre todo por los posibles cambios bruscos de temperatura. Además, hay que tener en cuenta que no todas las uvas maduran a la misma velocidad, menos si son distintos tipos de uva.
Diversos factores
También hay que contar con toda la parte logística que engloba la disponibilidad de la mano de obra, los suministros necesarios, la superficie de cosecha o la elección de fecha de la vendimia, entre otras. En los meses previos hay que tener en cuenta y vigilar el clima anual, tanto las lluvias como las temperaturas pueden marcar la maduración de la uva. Y puede situar una fecha aproximada para la poda.
Asimismo, la preparación del terreno de años anteriores también es de vital importancia para que la nueva cosecha sea óptima.
La mayoría de estos factores se escapan del control humano, por lo que solo queda confiar en el trabajo previamente hecho, y cruzar los dedos para que el tiempo acompañe.
Malas noticias
Este año no hay grandes previsiones para las cosechas de Rioja Alavesa. Desde el inicio se prevé un retraso en la vendimia, algo sin precedentes en años anteriores. Además, este verano las viñas han soportado varias olas de calor con altas temperaturas, que no son las más adecuadas. “Teníamos mucho calor por el día y por la noche no daba tregua”, indica Jesús Bauza, representante de UAGA en el Consejo Regulador.
Una situación que se ha extendido estos últimos meses y que ha repercutido gravemente en la uva. A las altas temperaturas se les suma la falta de lluvia, Bauza explica que hace unos 15 días en la zona de Laguardia llovieron unos 10-15 litros de agua. Aunque no sea mucha cantidad, ayudó a la cosecha. Pero en el resto no ha lívido más que 3-4 litros, que no han supuesto un gran cambio frente al calor. Ante esto, la respuesta de la planta fue paralizarse, una situación poco afortunada para los viticultores.
Semanas clave
Además, anteriormente en primavera tampoco tuvieron grandes rachas de lluvia, aun así, Bauza asegura que “llovió en el momento justo”. En estos momentos la previsión es que la vendimia sufra un retraso de 10 a 12 días por la situación de la planta. Algo significativo y de gran peso para todos los que forman parte del proceso de extracción del vino y que están dentro del sector, que repercute en sus ingresos principales.
Enfocan la esperanza en estas últimas semanas y en la gran bajada de temperaturas, algo que puede conseguir que la planta reaccione. Por ello, esperan que estas semanas la planta pueda recuperarse. “Ahora hay que ver como responde la viña”, asegura Jesús Bauza.
Desánimo
A esta previsión tan negativa se le junta el “desánimo generalizado” en el sector. La situación de los últimos años en el mercado no ha dejado buen sabor de boca, y el miedo de que la situación no mejore es evidente. Según los datos recogidos por el Observatorio del Mercado del Vino en 2023 la exportación cayó un -4,1% en tamaño, aunque no tanto en el valor del producto que se situó en -3,2%. Lo que equivale a 2.026 millones de litros con un valor total de 2.905,9 millones €.
“Una cosecha corta y, encima, con malos augurios para el valor de la uva"
Una bajada que también se ha notado en el consumo interno del vino, se ha registrado una media de 21 litros por persona al año. Una caída que ha ocurrido en los últimos años y que solo mantiene al sector en tensión.
El ánimo no mejora con la previsión de este año, que indica “una cosecha corta y, encima, con malos augurios para el valor de la uva". Algo que se veía venir en estos complicados meses de verano. Estas últimas semanas son decisivas y podrían cambiar la situación de la vendimia.