Las bondades de la meteorología han querido bendecir la cosecha de cereales en el territorio histórico. Se han dado las condiciones idóneas de calor y lluvias para el desarrollo de los campos hasta lograr una campaña excelente en cuanto a cantidad.

Mucha culpa de esta circunstancia hay que buscarla en la escasa incidencia de fenómenos meteorológicos adversos sobre las piezas sembradas, que han logrado subsistir en buenas condiciones, al menos, en mucho mejores condiciones que las que se dieron en 2023, cuando Álava batió el récord de indemnizaciones por estragos en sus cultivos. Pero eso ya es historia.

Los episodios de heladas de finales de abril sí que tuvieron incidencia sobre el desarrollo de las fincas de viñedo

Esta campaña, el campo provincial ha podido respirar tranquilo. No en vano, la previsión de compensaciones por parte de seguros debido a daños en plantaciones de herbáceas –cereales, fundamentalmente, aunque también leguminosas, patata, algodón, remolacha, forrajeras u hortalizas, entre otros– hasta el momento está en casi 255.000 euros, 27 veces menos que en 2023, y cerca de 2.225 hectáreas de cultivo reclamadas, por las 28.850 hectáreas que solicitaron compensaciones el pasado año.

“Por suerte para los productores, la campaña ha sido buena y no se han registrado siniestros graves en cultivos herbáceos”

Son datos facilitados en exclusiva a DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA por parte de Agroseguro, Agrupación Española de Entidades Aseguradoras de los Seguros Agrarios Combinados. “Por suerte para los productores, la campaña ha sido buena y no se han registrado siniestros graves en cultivos herbáceos”, indican los citados portavoces.

Pese a este buen dato, lo cierto es que otros cultivos no han tenido tanta suerte. Por ejemplo, unos de los estandartes de la agricultura alavesa, el viñedo, se las vio y deseó con los episodios de bajas temperaturas que se vivieron a finales de abril.

Entonces llegaron heladas recurrentes en zonas elevadas de montaña, que provocaron daños en considerables zonas de cultivos, fundamentalmente, en viñedos de Rioja Alavesa. En concreto, el recuento final eleva a casi 1.200 las hectáreas de vides dañadas por la bajada de los termómetros, fundamentalmente, en las laderas de Sierra Cantabria.

El Post-it

  • Seguros. La tendencia positiva en la contratación de los seguros agrarios de los últimos ejercicios se ha consolidado en 2024. El recibo de prima y el capital asegurado de los seis primeros meses del año han marcado un récord histórico, y crecen todos los parámetros de contratación. Hasta junio de 2024, el recibo de prima alcanzó los 580,4 millones de euros, lo que supone casi un 7% más que en el mismo periodo del ejercicio anterior, y el capital asegurado superó los 10.400 millones de euros.


Una cosechadora trabaja en una finca de cereal en Álava. Redacción DNA

Daños por heladas

En concreto, según los datos aportados en la zona alavesa de la DOC Rioja, los daños contabilizados llegaron a 1.186 hectáreas aseguradas. Este tipo de episodios acostumbran a ser normales a esas alturas del calendario.

De hecho, un análisis de la climatología de los últimos años sirve para comprobar que las heladas que se producen durante la primavera han sido frecuentes en los últimos años, y que son especialmente dañinas para el viñedo, debido al estado fenológico en el que ya se encuentra la vid en estas fechas.

Las mayores cuantías abonadas corresponden a Burgos (1,8 millones), Soria (1,6 millones) y Ávila (1 millón)

2023, récord negativo

En cualquier caso, lo vivido este año por los cereales en Álava poco o nada tiene que ver con lo acontecido durante 2023, cuando el agro padeció su particular annus horribilis, “uno de los más altos de la historia del seguro agrario de Álava”.

En total, las indemnizaciones del seguro agrario, a final de año, contando todas las líneas agrícolas y los seguros pecuarios (vacuno, ovino, equino) se acerca a los 10 millones de euros en el territorio histórico, “cifras inéditas”, como las calificó Agroseguro.

Fueron daños por sequía y pedrisco, que afectaron especialmente a los herbáceos (cereal), con 7 millones de euros y 32.497 hectáreas siniestradas en total. Entonces, las compensaciones estimadas en 10 millones duplicaban a las de 2021, el año más problemático hasta aquella fecha, cuando las hubo por 5,01 millones de euros.

Un viñedo en la localidad riojano alavesa de Lanciego. Alex Larretxi

Herramienta de protección

“Son, además, cantidades que demuestran el complicado año que se sufrió en Álava (ausencia de precipitaciones, sequía, tormentas muy violentas de pedrisco, lluvia e inundaciones...) y la utilidad del seguro agrario como herramienta de protección para los agricultores y ganaderos ante los fenómenos meteorológicos adversos y cada vez más recurrentes y graves que se sufren en el campo”, resumían desde Agroseguro.

Distintas modalidades

Actualmente, las modalidades de los seguros de herbáceos y uva de vino son las que cuentan con las coberturas más completas. “Es de gran importancia para los productores de ambos cultivos, especialmente para los viticultores, teniendo en cuenta que el seguro de uva de vino tiene una implantación muy elevada en Álava (superior al 80%)”, destacan desde Agroseguro.

Durante el citado 2023, en esta agrupación contabilizaron partes de siniestro que sumaron 32.580 hectáreas aseguradas, lo que hizo que las de 2023 fueran las cifras más altas de los últimos años y probablemente en la historia del seguro agrario en Álava.

De ese total, casi 28.850 hectáreas reclamadas fueron de cultivos herbáceos extensivos (cereal de invierno, leguminosas y oleaginosas). Por riesgo, 20.430 reclamadas por pedrisco (especialmente las tormentas registradas la segunda semana de junio, y la primera del mes de julio, que afectaron a prácticamente todas las comarcas y zonas productoras alavesas) y otras 7.455 por daños causados por la falta de precipitaciones y la sequía. E

El resto, hasta completar el total, se repartieron entre el resto de los riesgos cubiertos: helada, lluvia e inundación, fauna, entre otros.

Además, registraron 2.137 hectáreas reclamadas de uva de vino. De ese total, la mayor parte de los daños se repartieron entre las heladas sufridas durante la primera semana de abril, y las tormentas de pedrisco, muy especialmente las registradas en la Rioja Alavesa durante el 6-7 de julio. Agroseguro abonó 1,5 millones de euros en daños.

El resto de hectáreas siniestradas se repartieron entre otros cultivos presentes en territorio alavés como la patata (con siniestros en más de 745 hectáreas, a causa de las lluvias, inundaciones y pedrisco, y daños cercanos a los 1,1 millones de euros) y la remolacha (con casi 710 hectáreas siniestradas, principalmente por el pedrisco), con numerosos siniestros en explotaciones.